Así lo informa este miércoles Ámbito Financiero, que toma como como parámetro los dólares que se necesitan para comprar el 0 km más económico en cualquiera de esos mercados. En esa comparación, el país también encabeza el ranking.
Una explicación de este costo argentino medido en moneda estadounidense es el atraso cambiario. Pero el peso más importante del encarecimiento de los vehículos locales es la presión impositiva.
Según la entidad que agrupa a las fábricas argentinas (ADEFA), el 55% del precio de un auto son impuestos. De esta manera, el Estado es un socio mayoritario del negocio automotor en forma compulsiva. En Brasil, la carga fiscal es de 30%, en España del 17% y en Estados Unidos del 7,5%.