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El cura Ilarraz, cada vez más complicado.

 

 

 

 

 

El primero de los exseminaristas presuntamente abusados por el cura Juan José Ilarraz en Paraná se presentó espontáneamente a la Justicia para ratificar las denuncias contra el religioso, cuyo paradero se desconoce luego de que se ausentó de la localidad tucumana de Monteros, donde ejercía funciones pastorales.

 

El procurador general de Entre Ríos, Jorge Amílcar García, que inició la investigación de oficio contra el cura, dijo que “declaró el primer testigo”, quien en la actualidad es un hombre de 33 años.

 

García explicó que se trata de “un exseminarista, no de un sacerdote”, que se presentó para brindar su testimonio sobre lo ocurrido en aquellos años -entre 1984 y 1992- en el Seminario Menor de Paraná, donde Ilarraz se desempeñaba como prefecto.

 

Este primer testimonio “habilita a la Procuración para hacer una presentación con pedido de instrucción formal”, dijo García.

 

Hoy se estará realizando la presentación ante el juez de Instrucción Nº 3 Alejandro Grippo.

 

Según el funcionario judicial, con esos elementos el magistrado podrá librar los oficios para que la curia entrerriana remita las actuaciones realizadas en el juicio diocesano que se sustanció contra Ilarraz a comienzos de la década de 1990, y que no tiene valor frente a la Justicia Penal.

 

Fuentes tribunalicias aseguraron que la investigación diocesana fue llevada adelante por los curas Silvio Fariña, abogado e integrante del Tribunal Diocesano con sede en Santa Fe, y Alfonso Frank, actual vicario general de la Diócesis de Concordia.

 

Esta primera presentación de una de las presuntas víctimas es considerada clave por García porque, de no haberse efectuado, los fiscales tendrían que haber iniciado una causa por corrupción de menores, que podría tener una pena más leve que cuando hay testimonios directos y denuncias contra un responsable determinado.

 

El procurador aseguró que “existen varias víctimas más (del cura) que están dispuestas a declarar y que probablemente lo hagan entre esta semana y la próxima”.

 

Voceros judiciales explicaron que la reforma del Código Penal a partir de la sanción de la denominada Ley Piazza, impulsada por el diseñador Roberto Piazza, amplió los plazos de prescripción de los delitos vinculados con la integridad sexual de los menores de edad, que recién comienza a regir cuando la víctima cumple 18 años.

 

Ilarraz está acusado de haber abusado de por lo menos 50 niños de entre 12 y 14 años en el Seminario Menor de Paraná entre 1984 y 1992.

 

García, que decidió actuar de oficio en el caso luego de que la Iglesia mantuviera en secreto durante décadas lo ocurrido, insistió en que “lo mejor que puede hacer (el cura) es ponerse a disposición de la Justicia”.

 

La noticia se conoció el 13 de setiembre, tras una investigación realizada por el semanario Análisis de Actualidad.

 

Según el texto del semanario, el cura abusaba de los chicos “entre las cuatro paredes de su habitación privada del Seminario o en el baño. No se tenía que enterar nadie. Si alguien traicionaba ese pacto perverso de confidencialidad la iba a pasar mal”. Si contaban lo que pasaba, denunció la revista, “iban a empezar las represalias y se acababan los privilegios: los caramelos, los chocolatines, la buena comida, la TV o las películas en video”.

 

Tras la publicación del artículo, el mismo 13 de setiembre, el Arzobispado de Paraná difundió un escrito en el que expresó: “Las últimas noticias periodísticas reavivan nuestra profunda vergüenza e inmenso dolor por faltas gravísimas cometidas por uno de quienes deben servir a la vida moral del pueblo, con su ejemplo y enseñanza”.

 

El cura Ilarraz tendrá una imputación muy grave

El trabajo expeditivo y minucioso que realizan los fiscales entrerrianos bajo la supervisión del procurador general de la Provincia, Jorge García, en la investigación del caso Ilarraz hacen prever que sobre el sacerdote acusado de violar menores pesará una imputación que en caso de transformarse en condena lo hará pasar el resto de su vida en prisión.

 

Fuentes judiciales indicaron que hoy se presentará ante el juez de Instrucción Alejandro Grippo el pedido de instrucción formal. Además, los fiscales pedirán que Ilarraz sea imputado de los delitos de Promoción de la Corrupción de Menores Agravado por ser el encargado de la Educación del menor y guarda.

 

Una vez que Grippo reciba el expediente quedará en sus manos el futuro de la causa que conmueve al país desde hace una semana.

 

Se pudo conocer anoche que en los próximos días serán llamados a declarar los instructores del sumario canónico los curas Silvio Fariña y Alfonso Frank. Además van a requerir más testimonios.

 

Los fiscales han realizado ya un trabajado muy eficaz que le permitirá al juez tener un panorama amplio de los acontecimientos ocurridos hace más de dos décadas.

 

En Tucumán los sacerdotes analizaron la situación

El obispo de la Diócesis de Concepción, monseñor José María Rossi, mantuvo un importante encuentro con los sacerdotes que se desempeñan en esa jurisdicción eclesiástica. El escándalo sacude a la comunidad religiosa y tiene como protagonista al cura Justo José Ilarraz.

 

Rossi y los sacerdotes deliberaron durante más de cuatro horas. “El tema del padre Justo Ilarraz no fue el único que se abordó en la reunión. Hubo otros relacionados con cuestiones internas de la Iglesia”, dijo María Figueroa de Ortiz, que ofició de vocera del prelado.

 

La mujer también transmitió el disgusto de monseñor Rossi por las “inexactitudes” que habría tenido la versión difundida de sus dichos en Monteros, cuando el domingo fue a poner en funciones al nuevo párroco Abel Peñaloza. “Nunca podría haber dicho que la justicia de Dios ya juzgó al padre Justo, tal como lo comentó la periodista Carla Núñez.

 

Por lo menos la grabación de que disponemos nos da la razón”, dijo Ortiz. Al respecto no hubo una aclaración formal del prelado. Núñez, por su parte, ratificó la versión que difundió sobre lo que dijo Rossi en la homilía.

 

 

Fuente: Uno