A partir del pedido de UPM de incrementar el máximo de producción anual autorizada de pasta de celulosa en su planta de Fray Bentos, el Gobierno «repasó atentamente» el contrato de inversión firmado con la empresa y concluyó que es necesario “renegociar” el texto, debido a que el actual no genera ninguna obligación a dar «nada más» que lo habilitado.
Según dijeron al semanario Búsqueda fuentes oficiales, en este marco cobra fuerza en el Poder Ejecutivo la idea de que al reabrir una negociación contractual se puedan reclamar “nuevas contrapartidas, que incluso puedan ir más allá de los asuntos ambientales”. Ese aspecto –el de la contaminación– es el que maneja Argentina para fundamentar su rechazo a la solicitud de UPM.
El viernes 30 la empresa emitió un comunicado de prensa en que anunció la parada anual de mantenimiento de su fábrica de Fray Bentos, que comenzará el sábado 14. Según la nota, “el reinicio de las operaciones de la planta está previsto para el miércoles 25 de setiembre”, pero “esto está sujeto a la aprobación” del incremento de producción o “de lo contrario la planta no podrá reiniciar su actividad hasta el mes de noviembre”, cuando empieza su ciclo de producción.
Para el intendente de Río Negro, Omar Lafluf, Uruguay “no resolverá en forma aislada” el pedido de UPM de incrementar su producción anual de pasta de celulosa.
El jefe comunal se mostró confiado en que el presidente José Mujica encontrará una solución “que esté en el medio y que no provoque un daño posterior” en cuanto a la relación con Argentina.
Entrevistado por la agencia oficial argentina, Télam, Lafluf señaló que “conociendo al presidente”, confía en que se arribe a un consenso con el país vecino.
El jefe departamental ratificó su voluntad de “lograr un acercamiento” para evitar “que se corten los puentes de nuevo”. “Esperemos que no se llegue a la Corte de La Haya”, agregó, en referencia a las amenazas que llegaron desde la provincia de Entre Ríos ante una eventual decisión unilateral de Uruguay.
Lafluf presentó una propuesta que implica no aumentar el tope productivo de UPM, pero si adelantar su ciclo, que comenzaría el 22 de setiembre –luego de terminado el mantenimiento anual– y finalizaría en agosto de 2014, y no en noviembre como está previsto.
El jerarca dijo de todas formas que “acompañará” la decisión que se tome para no mandar trabajadores al seguro de desempleo y que la empresa siga produciendo.
Entrevistado también en Télam, el senador frenteamplista y ex vicecanciller Roberto Conde consideró que el pedido de UPM es un “intento de cambiar las reglas de juego”.
El legislador socialista recordó que el incremento de producción debe contar con el visto bueno de los dos países por estar enmarcado en el Tratado del Río Uruguay.
“Eso la empresa lo sabe de antemano”, aseguró, rechazando el anuncio de la empresa de paralizar su actividad si el Gobierno uruguayo no la autoriza a aumentar su producción anual de celulosa de un millón 100 mil a un millón 300 mil.
Fuente: El Diario