El ministro de Educación, Esteban Bullrich, ofreció esta tarde a gremios docentes nacionales
un aumento salarial del 40,3 por ciento a abonarse en dos tramos, en febrero y julio próximos, con lo cual se estaría llevando el sueldo inicial a los 8.500 pesos.
Los sindicalistas reconocieron que el Gobierno ha «mejorado» la propuesta, pero no dieron una respuesta al ofrecimiento y quedaron en que van a analizar la propuesta.
«Se ha mejorado la propuesta pero lo vamos a analizar. Termina pareciendo un aumento importante en términos de porcentaje pero para el bolsillo sigue siendo poca plata», sostuvo el secretario general del gremio UDA, Sergio Romero, al retirarse de la reunión con Bullrich.
«Está muy cerca de lo que veníamos planteando», indicó Sonia Alesso (Ctera) al término del encuentro. La gremialista destacó la mejora, pero dejó en claro que son las bases docentes las que deben pronunciarse sobre la oferta.
De acuerdo con los gremialistas que participaron del encuentro, el gobierno se comprometió a subir en un 25% el salario inicial, mientras que para julio el incremento llegaría a 35%. Esto se vería complementado con una suba a partir del fondo de incentivo docente. De esa manera que en febrero el salario inicial llegaría a 7.500 y a mitad de año a 8.000; a ello habrá que agregarle 300 pesos en el primer caso y 500 en el segundo por el mencionado fondo.
«La matemática es interesante», apuntó Sergio Romero, de UDA. Su observación fue que «en términos porcentuales la suba parece importante, pero para el bolsillo es poca plata».
Eduardo López, de UTE, también valoró la propuesta, y la consideró ajustada a la «realidad»: «La propuesta se acerca a la realidad del supermercado, los aumentos de tarifas», dijo.
En tanto, Roberto Baradel, de Suteba, contó que le pidieron al ministro «la necesidad de que discuta con cada provincia». «Los gobiernos tienen que dar una respuesta digan».