Noticias - Toda la Provincia a Toda Hora

El nuevo Código Civil y Comercial “construye sobre lo construido”

Aída Kemelmajer de Carlucci es una mujer frontal, locuaz y valiente. Esta jurista mendocina, nacida en 1945, reconocida referente del derecho privado y de familia en las principales universidades europeas y latinoamericana, fue una de las tres referencias convocadas por el Poder Ejecutivo Nacional para la reforma del Código Civil y Comercial que entrará en vigencia el 1 de agosto. De las reformas, contó, participaron universidades, colegios profesionales y entidades afines, sumando a un centenar de personas que aportaron en distintas comisiones. Detalles de este proceso describió Kemelmajer durante la conferencia que ayer brindó en la Vieja Usina de Paraná, repleta de profesionales del derecho. La charla estuvo organizada por el Instituto Juan Bautista Alberdi del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos.
La jurista aseguró que el nuevo Código Civil y Comercial “construye sobre lo construido”, unificando los códigos, respetando lo que se había trabajado en 1998 e incluso “la maravillosa definición de culpa que en el artículo 512º hace Vélez Sarsfield”. En lo único que no pudo mantener continuidad, según expresó, fue en los aspectos de familia porque “hasta 1998 no se habían impuesto en la sociedad conceptos nuevos de familia como las cuestiones de género, el matrimonio igualitario y los plazos de divorcio que imponían un abordaje más moderno y abierto”, precisó rescatando fundamentos de aportes previos, como los de 1998, donde se “absorben cuestiones de jurisprudencia y doctrina que naturalmente Vélez Sarfield no pudo contar. El de Vélez fue el código de Vélez. Nadie podrá decir que éste es el código de Lorenzetti, Highton o mío. En este código hablan infinidad de voces, este código cree en los jueces y recoge la jurisprudencia que había hasta ahora”, adelantó describiendo la metodología, espíritu y aplicación del nuevo cuerpo normativo de la Argentina.
Ordenamiento. Kemelmajer entendió que los encuentros como los de ayer permiten informar sobre el nuevo ordenamiento que será de aplicación cotidiana. “Vinimos a hacer una presentación del Código marcando los grandes lineamientos, especialmente cómo este Código Civil y Comercial concluye un viejo debate que había en la Argentina entre dos grandes como fueron Dalmacio Vélez Sarsfield y Juan Bautista Alberdi. Alberdi siempre le reprochaba a Vélez que no haya mirado la Constitución Nacional, y decía que había hecho el Código Civil sin tener en cuenta la Constitución del país. Este es un reproche que no se le puede hacer a este Código Civil porque integra un proceso que se llama de constitucionalización del derecho privado, eso quiere decir que el Código Civil mira en la misma dirección que la Constitución, y esto quiere decir que mira en la misma dirección de los tratados de derechos humanos que se han incorporado a la constitución nacional a partir del año 1994 como la Convención Internacional de los Derechos del Niño, la Convención Internacional de las Personas con Discapacidad, la Convención de la Discriminación contra la Mujer”, describió.
Minutos antes del inicio de la actividad, Kemelmajer de Carlucci mantuvo un breve diálogo con EL DIARIO donde profundizó sobre el espíritu de los cambios.
-¿En el fondo del debate se inscribe entre lo colectivo y lo individual, o más bien entre el Estado y los ciudadanos?
–Bueno, esa fue la vieja disputa cuando se editaban las constituciones en el siglo XIX y parecía que era el Estado el que me invadía como ciudadano. Pero el proceso de constitucionalización ha llegado no solamente a que yo me tenga que defender del Estado, sino que el Estado me tiene que proteger. Entonces, por ejemplo en la Convención Internacional de los Derechos del Niño no se trata ya de cruzarse de brazos y no atacar a los niños, sino de protegerlos.
–¿La Convención es proactiva, está para eso?
–Claro, porque no responde a la vieja idea del siglo XIX, sino que son las nuevas ideas del constitucionalismo. Todos somos iguales, pero hay vulnerables, y somos conscientes que hay personas que son más vulnerables. En la reforma constitucional de 1994 se incorporó a grupos donde la Constitución supone que son grupos vulnerables a los ancianos, las mujeres, los niños, las personas con discapacidad. Este Código recoge todas esas ideas. Por ejemplo: si usted tiene un hijo con gran discapacidad, los padres cuando hacen testamento podrían tomar de la porción legítima de los otros hijos algo para mejorar en un tercio a esta persona con discapacidad. ¿Todos los hijos son iguales?; sí, pero en la realidad no todos los hijos son iguales.
–¿Entonces usted no advierte que esta reforma perjudique los derechos individuales como aducen algunos críticos?
–Este Código Civil y Comercial lejos de permitir algún avance del Estado es un Código que recoge las nuevas ideas del constitucionalismo.
–¿Cuál es la complejidad del nuevo Código que hace necesario estos talleres o cursos?
–Cuando se produce cualquier cambio en la legislación, los operadores tienen que ponerse a estudiar las nuevas normas. Imagínese que acá hay un código civil y un código de comercio y hay un nuevo estatuto Civil y Comercial que estamos presentando en este día, pero a diferencia de lo que pasaba en 1869, en los tiempos de Vélez Sarsfield, cuando se aprueba el Código que entró en vigencia en 1871, éste marcaba una ruptura total. Se derogó toda la legislación anterior y no existía otra cosa que no fuera el Código. Ahora no; este Código Civil y Comercial que nosotros presentamos recoge ese Código anterior y reconoce todas las leyes que tiene la Argentina y que no están dentro del Código. Por ejemplo: la Ley de Seguros, que no está en el Código porque es especial. Este Código recoge las nuevas tendencias de las jurisprudencias y las doctrinas.

Un prestigio ganado
Aída Kemelmajer nació en 1945 en la ciudad mendocina de San Martín. Cursó la carrera de Derecho en la Universidad de Mendoza, habiendo obtenido el título de abogada y doctora en Ciencias Sociales y Jurídicas. Es profesora titular de Derecho Privado IV (Familia) en la Facultad de Derecho y de Derecho Privado en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo. Fue profesora en las Universidades de París, Génova y Boloña y es profesora Honoraria de las Universidades de San Marcos y San Martín de Porres en Perú. Fue también miembro de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza. En 2011, fue nombrada miembro de la Comisión de Notables encargada de realizar las reformas del Código Civil encomendadas por el Poder Ejecutivo Nacional. El anteproyecto elaborado por la Comisión de Notables sufrió modificaciones en el Congreso de la Nación Argentina en aspectos como la Responsabilidad del Estado entre otros siendo aprobado por mayoría simple en ambas Cámaras.

 

Fuente: El Diarioo_1426564034