Todo comenzó el pasado 31 de diciembre cuando el Papa Francisco había salido a saludar a los fieles luego de la misa por fin de año en la Plaza de San Pedro. En ese momento, una mujer china quiso saludarlo y lo tomó fuertemente del brazo.
Ante esta situación, el Sumo Pontífice la zarandeó como reprimenda lo que ocasionó cientos de críticas alrededor del mundo.
Luego de este escándalo, el pasado 8 de enero Francisco invitó a la mujer a una audiencia general y aprovechó para saludarla con un traductor de por medio. La imagen fue obtenida por fotógrafos del Vaticano y, hasta ahora, no se conocen detalles de la conversación que tuvieron.