Se pudo circular por las rutas de la provincia, no se hicieron realidad las advertencias sobre faltantes de combustible y dinero en cajeros automáticos y, en general, el paro llevado adelante ayer por gremios opositores aglutinados tras la figura del líder camionero Hugo Moyano no tuvo impacto en la vida cotidiana de los entrerrianos.
A diferencia de lo que ocurrió en la ciudad de Buenos Aires (ver página 17), en Entre Ríos las únicas acciones que pudieron exhibir la CGT que lidera el camionero y la CTA disidente fueron bancos abiertos sin atención al público, filas de camiones al costado de la ruta y una manifestación con poca participación frente a la Casa de Gobierno.
RUTAS. La convocatoria formulada en reclamo de la elevación del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias y la universalización de las asignaciones familiares no reunió en la provincia la fuerza necesaria para llevar a cabo los anunciados cortes de ruta. Tampoco logró la adhesión de la filial local de la Federación Agraria Argentina (FAA) que sí se sumó a los piquetes en el resto del país (ver aparte).
En el acceso al Túnel Subfluvial, en Paraná, una veintena de sindicalistas detuvo camiones desde la madrugada. Los vehículos formaron extensas filas en la banquina, que fueron periódicamente liberadas hasta el levantamiento total de la medida, alrededor de las 16.
En ningún momento se interrumpió el paso de autos, micros y otros vehículos, se informó a EL DIARIO desde la Dirección de Seguridad Vial de la Policía de Entre Ríos. Sí hubo cortes totales intermitentes del lado santafesino de la ruta 168, en proximidades al hipermercado Wal Mart, que ocasionaron demoras a quienes viajaban hacia Paraná a media mañana.
En la ruta 174, en el puente Victoria – Rosario, se produjo un breve corte total a la madrugada de ambos lados, que no se sostuvo por más de 20 minutos. En el kilómetro 1 de la ruta 14, a la altura de la localidad de Ceibas, se observó un panorama parecido: los camiones se fueron estacionando en fila en la banquina, pero acudió poca gente y no hubo cortes. Cerca de Brazo Largo, en la ruta 12, un grupo de quince maestras de Ibicuy entregó panfletos a los conductores.
VIOLENCIA. En la Autovía Mesopotámica, cerca de Concordia, un grupo identificado con remeras de Camioneros atacó al conductor de un Mack. Ernesto Yulman, de 38 años, oriundo de Ubajay, departamento Colón, denunció a la Policía que transitaba alrededor de las 10 cuando llegó al peaje de Yeruá y no quiso detener su marcha ante el requerimiento de los sindicalistas.
Fue perseguido por varios vehículos hasta el ingreso al parque industrial, donde lo interceptaron y un hombre lo insultó y le pegó un golpe de puño en el pómulo izquierdo, que motivó una sutura en el hospital Masvernat, según informó diario Río Uruguay.
NORMALIDAD. El del peaje Yeruá fue el único incidente registrado en la jornada en Entre Ríos, donde los comercios estuvieron abiertos y también los bares y restaurantes, los supermercados y casi todas las estaciones de servicio.
El transporte público funcionó con normalidad, al igual que los hospitales y la administración pública y hubo clases en las escuelas entrerrianas. En Paraná, la seccional disidente de Agmer convocó a una asamblea a las 9 y luego se movilizó a Casa de Gobierno.
En la explanada de Casa de Gobierno se concentró también la CTA local alineada con Micheli. A los reclamos sobre el impuesto a las Ganancias, sumaron los manifestantes consignas variadas: desde el 82% móvil hasta el fracking estuvieron presentes en los carteles.
La interna ruralista
A diferencia del apoyo a la medida de fuerza y a la figura de Hugo Moyano que expresó Eduardo Buzzi, titular de Federación Agraria a nivel nacional, en la provincia Alfredo De Ángeli se diferenció.
“Los productores entrerrianos no nos olvidamos de lo que hizo Moyano en 2008”, sentenció, en alusión a las discrepancias que viene teniendo con la conducción nacional de la entidad, producto de la cercanía con el líder camionero.
Si bien FAA Entre Ríos se sumó a la huelga de ayer suspendiendo la comercialización de productos agropecuarios, no acompañó ninguna expresión en las rutas ni tampoco se movilizó en Entre Ríos.
En soledad, pudo verse en Paraná al dirigente de FAA Juan Echeverría, de alto perfil en 2008 y luego cuestionado tras ser procesado por evasión fiscal y cumplir una probation, acompañando la marcha a Casa de Gobierno de CTA y Agmer disidentes.
Ayer el dirigente había convocado a la movilización y a cortar rutas, pero no logró eco.
“Chirolita de Clarín y la Rural”
El gobernador Sergio Urribarri pidió ayer al sindicalista Hugo Moyano que “si tiene otro modelo de país para ofrecerle a los argentinos cuente cuál es y se presente como candidato, así dejamos de pensar que es un chirolita al servicio de Clarín y la Sociedad Rural”.
“Estos dirigentes con evidentes problemas de memoria se juntan con lo más conservador del ruralismo y se olvidan del proceso iniciado en 2003 del que fueron y son protagonistas centrales los trabajadores”, advirtió Urribarri, antes de enumerar logros de las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner y ratificar: “Nada ni nadie nos hará cambiar el rumbo”.
El gobernador consideró a los dirigentes que convocaron a la medida de fuerza “idiotas útiles que se prestan al juego de las corporaciones que tanto daño le hicieron a la clase trabajadora en la historia del país y que hoy tratan de defender una concentración mediática que condicionó a todos los gobiernos democráticos y fue socia de la dictadura genocida. Eso se terminó, ellos lo saben, y por eso no deja de sorprender el grado de confusión que tienen Moyano y compañía”, finalizó.
ZANCADILLA. La intendenta Blanca Osuna también emitió su opinión respecto a las protestas: “En el actual proceso nacional de desarrollo y crecimiento los argentinos recibimos la zancadilla de un sector que prioriza y defiende un claro interés personal y sectorial por sobre el social”, indicó, antes de advertir que “quienes se erigen como representantes de los trabajadores, por más que sean opositores a nuestro Gobierno, deben tener muy claro a quiénes terminan favoreciendo con una medida de fuerza”.
“Claro está que el paro perjudica a la mayoría de los argentinos y es funcional y cómplice de los intereses corporativos. Los cortes y piquetes son extorsivos, apuestan al retroceso y exponen la peor cara del sindicalismo argentino”, sostuvo.
Fuente: El Diario.