El río descendió este viernes a la madrugada a 10 centímetros por debajo del cero en Paraná y los pronósticos dan cuenta de que la bajante se agudizará en los próximos días, con una perspectiva de alcanzar menos 40 centímetros a mediados de julio.
El doctor en Ciencias Biológicas, Pablo Scarabotti, señaló durante el programa El Despertador de Elonce TV que “hace 50 años no se alcanzaban estos valores”.
“La creciente extraordinaria de 2016 registró siete metros en la escala relativa”, expresó el especialista para comparar con los valores negativos que hay actualmente en el hidrómetro local. Recordó que los niveles muy bajos ya se vienen dando desde 2019.
Manifestó que “este es un fenómeno climático que tiene que ver con la falta de lluvias. Ha sido especialmente agudo y no hay un buen pronóstico. Esto persistirá por lo menos por un mes más”, sin descartar que se extienda más allá de este lapso.
Islas y ecosistema
Scarabotti explicó que “hay cambios en la morfología de las islas. Habrá bancos que se poblarán de vegetación y serán permanentes. También cauces que se cerrarán”.
En cuanto al ecosistema, “el año pasado durante la primavera y el verano en algunas partes del río el agua se puso verde. Eso quiere decir que están ocurriendo floraciones algales. A veces son tóxicas y pueden perjudicar la calidad del agua”.
Asimismo, “los peces tienen cambios en el éxito reproductivo, pero no es igual para todos. En el caso de los migradores como el sábalo, dorado, surubí y la boga, cuando el río repunta migran y desovan en los cauces. Si el río está crecido, los huevos y larvas se dispersan por todos los bañados y lagunas. Tienen una sobrevida mucho mejor. El río necesita estar crecido para que tengan un buen éxito reproductivo. Cuando está bajo, ese periodo de reproducción falla, lo que no quiere decir que la población de peces vayan a colapsar un año para el otro”, aclaró.
Advirtió que “esto se va a manifestar de acá a unos dos años en una baja en la producción pesquera. Si ocurre una creciente, probablemente se restituya, pero hay que ser cautos”, subrayó.
Vedas poco efectivas
El profesional consideró que “las vedas no son una decisión muy efectiva. El recurso pesquero tiene que ver con fluctuaciones a lo largo de periodos muy largos. Una especie puede vivir, en promedio 10 años, por lo que una veda estricta de tres meses no modifica la supervivencia de los peces”.
Enfatizó en tal sentido que “las medidas deben ser graduales y con monitoreo, que hoy es muy escaso. Hace falta inversión y conocimiento en el sector. Hoy no sabemos exactamente la relación entre el comportamiento del río y la producción pesquera. No tenemos el dato de cuánto se extrae. Sabemos cuánto se exporta, pero no cuánto se pesca en total en el río Paraná”, completó.
Fuente: Elonce.com