De no mediar ningún cambio en su agenda oficial, Donald Trumprecibirá a Mauricio Macri en el Salón Oval el próximo 26 ó 27 de abril, aunque aún no tendría decidido si habrá reuniones a nivel ministerial y qué anuncios bilaterales se harán cuando termine esta gira.
Según adelantó Infobae, Trump no comparte el espíritu geopolítico que generó un buen vínculo entre Macri y Obama, por lo que pretende imponer una agenda de Estado que colocaría al jefe de Estado argentino en una situación delicada respecto al Mercosur, la Unión Europea y a la República de China, que lo espera a mediados de mayo.
Tras su última gira por Europa, la canciller Susana Malcorra le informó aMacri que la Casa Blanca ofrecía dos fechas posibles para la reunión bilateral: fin de abril o principios de junio, ante lo cual el presidente insistió en que fuera en abril.

Es que según trascendió, el mandatario tiene que cerrar en Pekín un contrato que implica la construcción de dos centrales nucleares, y no desea firmar en Oriente un tratado bilateral que irrite a Washington.
Vale recordar que Trump ya echó para atrás el acuerdo que se había firmado con la anterior administración para la importación de limones argentinos, y las facilidades para obtener las visas de ingreso a los Estados Unidos.
Con lo cual, Macri viaja a Washington para fijar una nueva agenda bilateral con un presidente norteamericano capaz de quebrar todas las reglas del protocolo político y totalmente opuesto a su antecesor.
La gira será corta y repleta de amenazas, ya que mientras Macri propone el libre comercio y la cooperación diplomática, Trump se rige por unpopulismo que reduce el peso específico del Departamento de Estado e incrementa los fondos para la defensa y la inteligencia militar.
Así planteadas las cosas, Macri deberá lidiar entre sus objetivos estratégicos en China y la Unión Europea con la necesidad de profundizar la relación con Trump.