Se espera que el recinto de la Bolsa luzca colmado cuando se inicie el acto, anunciado para las 18:00, una hora después de finalizada la rueda de operaciones.
Casi un millar de personas fueron invitadas para la ocasión, entre empresarios, banqueros, industriales, agentes financieros, embajadores y funcionarios comunales, provinciales y nacionales, encabezados por la Presidente.
En la nómina de invitados también figuran el ministro de Economía, Hernán Lorenzino; el secretario de Política Económica y Planificación del Desarrollo, Axel Kicillof; el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; y el vicepresidente Amado Boudou, aunque es poco probable que asista.
Boudou está enfrentado públicamente con Gabbi, con quien mantiene incluso un litigio judicial, por lo que sólo concurriría a la cita si efectivamente Cristina se lo ordena.
También darían el presente los ministros de Planificación Federal, Julio De Vido, e Industria, Débora Giorgi, junto al secretario de Finanzas, Adrián Cosentino, mientras que es menos probable que asista su colega de Comercio Interior, Guillermo Moreno, a quien el viceministro de Economía, Axel Kicillof, le viene recortando poder.
Los preparativos para los festejos comenzaron hace unas tres semanas, con trabajos de pintura en las naves principales -que lucen ahora de color marfil oscuro-, más la sustitución de todas las luminarias de los sectores superiores, cambiando de luz blanca a más cálida, para que resalten mejor las columnas de mármol del lugar.
En el recinto se montó un estrado que estaría reservado para la jefa de Estado y Gabbi, mientras que el resto de los funcionarios se ubicarían en un segundo plano, incluyendo a Scioli y ocasionalmente al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, también invitado al acto.
Se aguarda con expectativa las palabras de Gabbi, quien renovaría las críticas del sector financiero hacia los encajes y la falta de acuerdo con el Club de París, lo que incrementa el riesgo argentino, e insistiría en la preocupación que generan los niveles de inflación.
Sus opiniones acerca de las restricciones cambiarias impuestas por el Gobierno serían menos punzantes, en cambio, dado que el cepo al dólar disparó en la Bolsa las transacciones de bonos emitidos en esa moneda; sin ir más lejos, las operaciones con Boden 2012 también se vieron favorecidas.
Ocurre que el título público acaparó la atención de ahorristas e inversores que intentaban burlar los controles oficiales, después de que la Presidente se comprometiera a pagar en billetes norteamericanos la octava y última cuota del bono, e incluso llegó a determinar el valor del dólar paralelo.
En la Casa Rosada, la cancelación del Boden 2012 es vista como un acontecimiento histórico, al considerarla el primer paso hacia una «independencia económica».
Cabe destacar que está previsto que mañana la Argentina efectivice el pago con reservas del Banco Central -como viene ocurriendo en los últimos años- de U$S 2.198 millones en capital y otros 9 millones en intereses, por un total de 2.207 millones de dólares, para cancelar de ese modo el bono más emblemático de la última década en el país.
La cancelación del título público será presentada como un ejemplo de la política de desendeudamiento externo del país, tanto es así que en la página web del Ministerio de Economía -mecon.gov.ar-puede verse un contador que registra los días, horas, minutos y segundos que restan para el pago final.
El último pago de intereses y amortización del BODEN 2012, emitido en febrero de 2002, insumirá unos 2.200 millones de dólares que el Gobierno tomará de las reservas del Banco Central, un recurso que comenzó a usar en 2010 mediante el denominado «Fondo del desendeudamiento».
El Gobierno utilizó hasta 2011 las llamadas «reservas de libre disponibilidad» para pagar deuda externa, es decir la porción de las reservas internacionales que se ubicaban por encima de la Base Monetaria, pero precisamente esos recursos se agotaron en noviembre de ese año.
De todos modos, el Fondo del Desendeudamiento para este año, por unos 5.700 millones de dólares, fue aprobado en el proyecto de Presupuesto 2012, aunque no podía ser constituido porque la Carta Orgánica del Banco Central lo impedía.
La administración nacional decidió entonces modificar la Carta Orgánica, dejó sin efecto el concepto de «libre disponibilidad» y puso en manos de los directores de la entidad la evaluación del «nivel óptimo» de reservas internacionales.
Tras la modificación de la norma, los directores de la autoridad monetaria autorizaron el giro de reservas al Tesoro, y gracias a esto el Gobierno podrá tomar de la entidad los fondos necesarios para cancelar el jueves el BODEN 2012.
El Gobierno contará además con reservas internacionales para la cancelación de unos 3.500 millones de dólares del Cupón atado al PBI, en diciembre próximo, que corresponde a la expansión de la economía en 2011 por encima del 3,26 por ciento, límite a partir del cual se dispara el pago al año siguiente.
Fuente: Infobae