La nutrida movilización de este miércoles a la noche en el Monumento a la Bandera por más seguridad y justicia en Rosario, luego del asesinato de Joaquín Pérez la semana pasada en un asalto en Arroyito, estuvo enmarcada por la tensión que generó la presencia del intendente Pablo Javkin y el gobernador Omar Perotti, entre otros funcionarios que se hicieron presentes en el lugar.
Si bien algunos familiares de víctimas y manifestantes destacaron el gesto de «dar la cara», los gobernantes fueron increpados y recibieron muchas quejas indignadas de vecinos que participaban de la marcha.
Leandro, hermano del arquitecto asesinado en Arroyito la semana pasada, agradeció la presencia de las autoridades en el lugar. «Vinieron hasta acá y dieron la cara. Eso es un gesto sabiendo que iban a ser abucheados», manifestó en diálogo con Telenoche Rosario.
Luego añadió: «Espero que los gobernantes se den cuenta que esto tiene que cambiar».
Perotti se retiró en medio de reclamos indignados
El gobernador Perotti hizo declaraciones a los medios, escuchó a reclamos de vecinos y luego se retiró escoltado por fuerzas de seguridad, en medio de gritos de personas exaltadas y molestas por diferentes hechos de inseguridad.
“Van a estar llegando más vehículos a Rosario, también más agentes. Todos a Rosario”, dijo el mandatario provincial.
Sobre el caso de Joaquín, Perotti expresó: “La causa la está llevando el fiscal y está todo el Ministerio de Seguridad a disposición de las investigaciones”.
En tanto, el intendente Pablo Javkin escuchó el reclamo de vecinos y vecinas acompañado por la presidenta del Concejo municipal, María Eugenia Scmuck; el secretario de Gobierno, Gustavo Zignago; y la secretaria de Control, Carolina Labayrú.
Hubo momentos de tensión cuando vecinos le gritaron al intendente sus reclamos de más seguridad. El mandatario local se quedó escuchando las quejas de los asistentes luego de la partida de Perotti. Luego tambien se fue en medio de la desconcentración vecinal.