Fuerzas militares de Estados Unidos lanzaron este jueves decenas de misiles crucero contra un aeródromo en Siria, lo que supone el primer ataque directo estadounidense contra el Gobierno del presidente Bashar Al Assad desde que comenzó la guerra civil en ese país.
El ataque por parte de Estados Unidos se produjo después de que este miércoles tuviera lugar un bombardeo con armas químicas en una localidad al norte de siria, en el que fallecieron más de 80 civiles.
Decenas de misiles Tomahawk fueron disparados contra la base aérea de Shayrat, en la ciudad siria de Homs, desde la que el Gobierno estadounidense cree que partieron las aeronaves que ejecutaron los ataques aéreos de la víspera.
El gobierno de Donald Trump tomó medidas de forma unilateral contra el Gobierno sirio, al que acusa del uso de armas químicas, pese a las conversaciones que se están llevando a cabo en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Minutos antes de la ofensiva estadounidense, Rusia advirtió a Estados Unidos de las «consecuencias negativas» que tendría una acción militar en Siria en respuesta al ataque químico.
En Naciones Unidas, los miembros del Consejo de Seguridad siguen negociando una resolución en respuesta al ataque químico, pero hasta ahora se han mostrado muy divididos.