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Estela de Carlotto recibió el honoris causa de la Uader.

o_1371527542Pudorosa por la cantidad de elogios y reconocimientos, rodeada de autoridades, alumnos y docentes, Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, recibió ayer el título de doctora honoris causa de la Universidad Nacional de Entre Ríos (Uader) en un sencillo acto realizado en el Rectorado de la casa de estudios.
“Hace no muchos años atrás, las Abuelas estábamos solas, así que les agradezco este calor humano y tan hermosas palabras, no merecidas, exageradas”, expresó Carlotto en un discurso que emocionó a los presentes.
“Las Abuelas nos acostamos cansadas. Pero cada mañana resucitamos para seguir, convencidas de que no hay que aflojar, porque estamos en el mejor período de nuestra recuperación democrática. No hay en nuestra lucha momentos de revancha o sentimientos negros, como el odio. Cada nieto que encontramos es como una luz que nos alimenta y nos impulsa a seguir trabajando”, señaló.
Entre el público, se encontraba ayer Sabrina Gullino, hija de Raquel Negro y Tulio Valenzuela, nacida en cautiverio en el Hospital Militar de Paraná en 1978. Gracias en gran medida, al trabajo de Abuelas, a la joven le fue restituida su identidad en 2008.

ORGULLO. Fue el rector de la Uader el encargado de entregarle a Carlotto el diploma de doctora honoris causa. Es la tercera vez que la universidad otorga la máxima distinción académica. Antes, recibieron el doctorado la jueza Carmen Argibay, ministra de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y la psicóloga Eva Giberti.
Contó Sattler que fueron los estudiantes de la universidad los que eligieron a Carlotto. El secretario de Bienestar Estudiantil, Walter Valentinuz, y sus pares de las cuatro facultades, elevaron la moción formal y, por unanimidad, el Consejo Superior de la Uader dio su aprobación.
“Nuestra joven universidad entrerriana que luego de su proceso de normalización inicia nueva etapa institucional quiere reconocer esta década de avances y la manera emblemática es dándole nuestra máxima distinción a Estela”, expresó el rector.
Antes, la intendenta de Paraná, Blanca Osuna, le entregó a Carlotto el decreto de visitante ilustre y, entre otros obsequios y distinciones, la presidenta de Abuelas recibió un cuadro de Ana Garello, artista plástica, egresada del Instituto de Artes Visuales y docente de la universidad.
También se proyectó un audiovisual en el que Julián Froidevaux, secretario de Derechos Humanos de la provincia, y María Luz Piérola, titular del Registro Único de la Verdad, exaltaron el trabajo y la figura de Carlotto.
Luego, se mostró un video de cinco minutos realizado por estudiantes del sexto año de la Escuela Normal, dependiente de la Uader. Los alumnos Celina Tosi, Luisina Sánchez Romero, Isabella Sánchez, Martín Roda, Sofía Marse, Amanda Ferro Piérola, Fernando Almirón, Vicente Garay, Iván Princic, Luna Badaracco y Felipe Liendo le hablaron a Carlotto desde el monumento a los desparecidos ubicado en la plaza Sáenz Peña.
“Esto es una inyección de amor que me hace más joven, mañana me voy a levantar más joven que hoy gracias a ustedes”, agradeció Carlotto finalmente.
Antes de emprender el regreso a su casa, Carlotto pasó por Casa de Gobierno, donde fue recibida por el gobernador Sergio Urribarri, junto al vice, José Cáceres, y a los ministros de Gobierno, Adán Bahl, y de Cultura y Comunicación, Pedro Báez. El mandatario le obsequió un poncho confeccionado por Manos Entrerrianas.

El sueño de los 30.000
Durante su discurso, la presidenta de Abuelas se refirió al vínculo y al trabajo conjunto de la institución con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. “Nos llaman oficialistas. Y les decimos qué suerte poder apoyar a una gestión. Y no por una cuestión partidaria, sino por lo que hacen. Nos dicen que merodeamos por la Casa de Rosada y lo que pasa es que se abrieron las puertas. Caminamos por las mismas alfombras por las que caminaron quienes fundaron el país. Nos sentimos parte, no nos excluyen, nos consultan”, valoró.
“¿Cómo no vamos a apoyar? –continuó Carlotto-, si hay más trabajo, se hacen viviendas, la salud está atendida y los niños que viven donde no llega nada tienen una notebook para poder comunicarse con el mundo. Éstos son derechos humanos puestos en práctica por una gestión. ¿Cómo no vamos a apoyar y a aplaudir, si es lo que soñaban los 30.000 desaparecidos?”, completó.

 

Fuente: El Diario.