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Ex transportista escolar acusado de abuso, absuelto en primer juicio, es enjuiciado nuevamente

Comenzó ayer en una de las renovadas salas de debate en los Tribunales de Paraná y a puertas cerradas, un nuevo juicio contra un hombre acusado de violar a una mujer discapacitada a mediados de la década pasada.

o_1486539312Se trata de un transportista escolar, que fue absuelto en un primer juicio, pero como el fallo de primera instancia fue revocado por la Cámara de Apelaciones, enfrenta desde ayer un nuevo proceso por los supuestos hechos que se le endilgan y que habrían sido cometidos entre 2004 y 2007 en perjuicio de una mujer discapacitada, la cual al momento de la denuncia presentaba un retraso madurativo que la podía hacer comparable con la mente de una menor de edad.

Tras la primera audiencia, en la que se leyeron los cargos y un resumen de la causa contra Rochi, se dará continuidad hoy con nuevas testimoniales.

Miguel Rocchi, que es defendido por Guillermo Retamar, escuchó ayer el testimonio de quien está sindicada como la víctima de graves hechos ocurridos hace ya más de diez años. En esta oportunidad, la acusación pública está en manos de la fiscal coordinadora, Matilde Federik, mientras que la querella particular en responsabilidad de Marcos Rodríguez Allende. El nuevo Tribunal está integrado por Ricardo Bonazzola, Alejandro Grippo y Pablo Vírgala.

Según pudo establecer El Diario, la supuesta víctima realizó un relato de los abusos que habría sufrido por parte del hombre, que tenía a su cargo el traslado de chicos y chicas discapacitados a diferentes escuelas y centros de recreación. Asimismo, la supuesta víctima señaló que los hechos ocurrieron cuando la trasladaba hacia su casa, puesto que la mujer, que tenía alrededor de 35 años, era la última que descendía del transporte ya que vivía a cuatro cuadras de la casa del acusado. También refirió un supuesto hecho ocurrido en el contexto de una fiesta con compañeros de aquella.

Fuentes judiciales deslizaron que la supuesta víctima relató que no se animaba a contarle a sus padres la situación que vivía y se lo contó a una profesora. La docente declaró ayer y ratificó los dichos de la mujer, refiriendo que una mañana, la mujer estalló en una crisis de llanto y le contó lo que estaba viviendo.

La docente sostuvo que tomó conocimiento de otros abusos, supuestamente perpetrados por el transportista, pero que no fueron denunciados porque los padres decidieron no hacerlo.

También declararon profesionales del Cuerpo Médico Forense de Tribunales que destacaron que la supuesta víctima realizó un relato coherente, manteniendo un discurso claro, lineal, que no exhibía signos de preparación, tratándose de una declaración espontánea.

Asimismo, se señaló que del relato de la mujer, del que se señaló que no registraba rastros de mendacidad o fabulación, se podían reconocer rastros de abusos. En este sentido, peritos médicos de Tribunales indicaron que la mujer presentaba signos de abusos de vieja data.

Rochi, quien llevaba adelante el emprendimiento de transportes escolares junto a su esposa, repartiéndose la conducción de un par de combis adaptadas para el transporte de personas, estuvo alojado en la Unidad Penal 1 de Paraná cuando fue procesado por primera vez y desde allí se declaró inocente.

En ese momento, Rochi admitió y se ofreció a ser testeado por los médicos, asegurando que padecía de «impotencia sexual» y que «mi único error fue comprometerme más allá de lo que era mi trabajo y brindarle la comodidad de mi propia casa, la de mi familia, a esta chica porque algunos horarios no coincidían y para no dejarlos sentados dentro del vehículo les brindaba esa comodidad».

Lo cierto es que Rochi no pudo seguir al frente de la empresa de transportes escolares, la que quedó en manos de Cristina, su esposa y se dedicó a la atención de un lubricentro, actividad que aún cumple.

Fuente: El Diario