Este jueves, el sanatorio había publicado un parte en el que alertaba que la evolución clínica del líder socialista era «desfavorable». «El Dr. Hermes Binner, exgobernador de la provincia, se encuentra internado desde el 21 de junio del corriente año en Unidad de Terapia Intensiva con diagnóstico de neumonía aguda. Presentó como complicación un neumotórax espontáneo primario, que requirió la colocación de tubo de avenamiento pleural», indicaba el comunicado. El cuadro empeoró durante el viernes, y el ex gobernador falleció.
Deterioro cognitivo
Desde el 1 de diciembre del año pasado, Binner se encontraba alojado en el Hostal para Adultos Los Naranjos, un geriátrico de la ciudad de Casilda -departamento Caseros- donde recibía la atención necesaria frente a un proceso de deterioro cognitivo que viene afectando desde hace tiempo al exgobernador. En Los Naranjos recibía atención médica, de enfermería, kinesiología, alimentaria y de cuidado permanente.
Sin embargo, fuentes consultadas por Aire Digital confirmaron que hace dos semanas, su estado de salud comenzó a agravarse y se tomó la decisión de colocarle una sonda para reforzar su alimentación. Se trata de un dispositivo médico que se utiliza para proporcionar nutrición a pacientes que no están en condiciones de alimentarse normalmente por vía oral o que necesitan suplementos nutricionales.
El domingo, Binner comenzó a registrar fiebre y abundantes secreciones respiratorias, por lo que debió ser trasladado a la Unidad de Terapia Intensiva del Sanatorio Primordial, donde finalmente falleció. Entre el staff médico de esta clínica figuran varios parientes directos o indirectos del exgobernador: los doctores Federico Binner, Dante Román Binner, Agustín Binner y Carlos Alberto Binner.