Los términos generales del acuerdo que tiene en mente Guzmán serían los siguientes. De firmarse este año durante el segundo semestre un Facilidades Extendidas del tipo clásico (10 años con un plazo de 4,5 años para el inicio de los pagos); Argentina debería comenzar a liquidar sus compromisos en el primer semestre de 2026; y capital, en el segundo. Esto implicaría que el primer desembolso serio tendría que concretarse entre septiembre y diciembre de ese año. Teniendo en cuenta que la actual gestión de Alberto Fernández culmina en diciembre de 2023, será el próximo Gobierno quién deba tener en cuenta estos pagos. Pero tres años después de haber asumido, y en un tiempo político diferente al que hoy transcurre en la gestión Alberto Fernández. Esto es, sin las expectativas de una elección legislativa de medio término y a un año de terminar la próxima presidencia. Según la visión de Guzmán, con tiempo suficiente para demostrarle al FMI que el plan que presentó en Washington da resultado y que con una visión heterodoxa de la economía es posible ordenar las cuentas primero y hacer crecer sólidamente la macro después. Las paulatinas misiones del FMI lo irían comprobando en las fiscalizaciones periódicas; las que se prometen más que discretas y sólo de observación. Lo más importante llegaría para comienzos de 2026. Llegado el momento de comenzar a pagar.
¿Cómo se harán las liquidaciones? El equipo de Martín Guzmán confía que para 2025 Argentina ya haya salido de su crónica crisis fiscal y comercial, y generara la suficiente confianza ante el organismo para que el FMI refinancie el Facilidades Extendidas en plazos similares a los eventualmente firmados este año. Aquí se incluiría una novedad. Argentina podría liquidar cada año desde 2026 unos u$s2.000/u$s3.000 millones de capital para ir reduciendo el monto adeudado, y coincidiendo con lo propuesto por el Instituto Patria. El capital terminaría de liquidarse en plazos de entre 15 y 20 años, el tiempo que tiene Máximo Kirchner en la cabeza. Bien comunicado, sería una manera de cumplir tanto con lo que busca Guzmán como con lo que reclama el Instituto Patria. Para este centro, la condición de aceptación es que dentro del acuerdo se indique que de cumplirse lo firmado, habrá una renegociación de los vencimientos de 2026. Se incluiría también un artículo que indique que si el FMI modifica su estatuto en cuanto a los tiempos y condiciones de los Facilidades Extendidas, en esa renegociación del 2025/2026 se incluyan también para el país.
El ministro se comprometerá ante el FMI a que en un plazo de dos o tres ejercicios fiscales (contando a partir de 2022), el país llegará a un equilibrio fiscal. Esta meta, sabe Guzmán, es inevitable para llegar a un Facilidades Extendidas. Lo novedoso de lo negociado por el ministro en Washington ante Kristalina Georgieva en persona es que esa meta se logrará en los términos macro que indique el país y no a las reglas clásicas del organismo.