El joven de 22 años trabaja en una cooperativa eléctrica y sufre de tartamudez desde los 6 años, algo que no le sucede cuando canta. Esto quedó demostrado en su primera audición y en cada ocasión que se enfrentó al desafío de La Voz.
“No puedo creer, sinceramente no lo puedo creer. La verdad, no me esperaba esto”, fueron sus primeras palabras después de conocer el resultado, mientras Luz resaltaba sus cualidades como artista. “No quiero que se olviden de Luz, que es una grosa”, destacó Francisco.