Con estos números, sumados a los precios del maíz y del trigo y manteniéndose las estimaciones actuales de producción podrían ingresar divisas en concepto de exportaciones por casi USD 35.300 millones en la campaña 2020/21, casi USD 7.000 millones más que lo proyectado en octubre del año pasado, según cálculos de la consultora AZ Group.
Estas proyecciones se realizan en base a los precios actuales y las previsiones de cosecha que existen hoy. Cualquier cambio en estos dos factores alteraría el número presentado, como así también un cambio en la política de exportación del país, por ejemplo. Hecha esta salvedad, el Director y cofundador de la consultora, Sebastián Salvaro, estima que las exportaciones podrían llegar a los USD 35.294 millones, unos USD 6.882 millones más que lo proyectado hace tres meses atrás.
Esta nueva previsión se dio por el salto de los precios internacionales que se vieron reflejados en nuestros puertos. Por ejemplo, en el caso de la harina de soja, principal producto de exportación, el incremento fue de USD 383 en octubre a USD 475 en la actualidad, mientras que en el maíz el aumento fue de USD 193 a USD 237.
De mantenerse la proyección de producción en 153,2 millones de tonelada entre maíz, trigo, soja y sus derivados y de saldo exportable en 87,5 millones de toneladas, podría darse ese incremento exponencial en las exportaciones, cuestión que también se vería reflejada en la recaudación del Estado en concepto de retenciones, las cuales pasarían de USD 7.201 a USD 9.059 millones, arrojando una diferencia de USD 1.858 millones.
Para Salvaro hay una serie de fundamentos que permiten explicar este salto sostenido en los precios. Por un lado, están los fundamentos externos al mercado de commodities, como la alta emisión monetaria a nivel mundial por la pandemia de coronavirus que llevó a que «muchos de esos flujos (de dinero) fueron a buscar refugio y entraron en las commodities agrícolas».
En cuanto a los fundamentos internos, sobresalen la fuerte demanda de China de granos en un contexto de oferta limitada, que en el caso de soja, se ve reducida casi con exclusividad a Estados Unidos, pero también a qué sucederá con la cosecha sudamericana. «¿La pregunta que tiene el mercado es de cuánto va a ser la producción de soja y maíz en Argentina y Brasil? En función de eso los mercados vienen operando de una manera que nunca se vio en la historia, con posiciones de fondos de inversión rompiendo récords», finalizó.
Otras estimaciones
Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) realizó sus mediciones solo para el complejo oleaginoso, que fue donde más se movieron los precios. Según sus cálculos, a los que accedió este medio, las exportaciones de soja y sus derivados podrían alcanzar los USD 22.303 millones, USD 2.545 millones más que lo proyectado hace un mes y USD 7.722 millones que lo exportado en la campaña 2019/20.
Para el analista de la BCR, Federico Di Yenno, «los granos en general mantienen subas por stocks más ajustados a nivel mundial, las compras de China y posicionamientos de los fondos en los mercados de futuros. La soja, además, mantiene un sendero al alza por el clima seco en Argentina sino que también se espera que la sequía llegue a la cosecha de Brasil que comienza a paso lento».
«Si el clima seco persiste en América del Sur se espera que los precios mantengan el sendero alcista. Es muy probable que estos precios altos por los granos se sigan manteniendo debido a la enorme emisión que hizo la Fed y otros países. Al debilitarse el precio del dólar los precios de las materias primas tienden a subir», concluyó.
Por último, el responsable del Departamento de Análisis de Mercados de la corredora Grassi S.A., Ariel Tejera, sostuvo que «existen un conjunto de fuerzas operando en el mercado, las cuales, combinadas, han llevado la soja a valores máximos de seis años. Por una parte, estos movimientos se dan en un contexto dominado por un dólar que, día a día, cede terreno frente a sus pares. En particular, se destaca la marcada apreciación del yuan. Uno de los interrogantes, en este punto, lo constituye la posibilidad de que esta tendencia se acentúe o no, con el rumbo que tome la nueva Administración en Estados Unidos».
«Por otra parte, en el plano fundamental, el escenario se muestra muy ajustado hacia adelante para la soja. China ha estado mostrando gran apetito y apunta a concretar un volumen récord de importaciones. En Estados Unidos, atípicamente para esta época del año, ya se comprometió casi la totalidad del programa exportador estimado por el USDA, y se espera cerrar el ciclo con el nivel más bajo de stocks desde 2013/14. El panorama se completa los aportes de Brasil y Argentina, los cuales resultarán claves, contando con muy poco margen para fallar. Hay mucha firmeza en los mercados, habrá que ver qué nos propone Sudamérica», concluyó.
El avance de la campaña
Como ya se dijo antes, estas proyecciones están sujetas a cambios de precios (una constante en los mercados) y a que se mantenga la actual estimación de producción y este último ítem se presenta como uno de los más inciertos hasta el momento. Cabe recordar que la Argentina viene de una fuerte sequía que afectó principalmente al trigo y que en la actualidad se encuentra afrontando el fenómeno climático de La Niña, que suele traer menores lluvias respecto al promedio histórico. Bajo este difícil contexto se está llevando a cabo la siembra de soja y maíz.
Según el último informe de seguimiento de cultivos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), la siembra de soja se encamina a su tramo final. Al 30 de diciembre el avance de siembra se elevaba al 87,5% luego de incorporar casi 1,8 millones de hectáreas durante la última semana, teniendo a favor algunas lluvias que se dieron durante la semana pasada, en especial en el norte del país, que permitieron acelerar los trabajos. Sin embargo, sobre el centro algunos lotes presentan «retrasos en su desarrollo» por una limitada oferta hídrica y un retraso en la siembra producto de esto. Se espera que la siembra culmine con 17,2 millones de hectáreas.
Además, la incorporación de lotes de maíz con destino grano comercial se concentró en el centro del área agrícola. «Las lluvias que se han relevado, atenúan el deterioro en la condición de los cultivos y la condición hídrica en parte del país. Ya se logró sembrar el 74,8 % de las 6.300.000 hectáreas estimadas para la actual campaña, 200.000 hectáreas menos que las sembradas el ciclo previo», concluyó la entidad.