La fiscalía estadounidense, que golpeó ayer duramente a la FIFA, acusa en su informe al fallecido Julio Humberto Grondona de haber recibido en 2013 quince millones de dólares de coima, por la comercialización de las Copas América de 2015, 2016, 2019 y 2023.
El dinero fue entregado por Datisa, una firma creada para unir los intereses comerciales de las empresas Traffic, Torneos y Competencias y Full Play en 2013,-de los empresarios argentinos Alejandro Burzaco y Hugo y Mariano Jinkis- cuando se confirmó la celebración de la Copa América Centenario, a jugarse en Estados Unidos en 2016.
Según la Fiscalía estadounidense, “Datisa acordó pagar 100 millones de dólares en sobornos a oficiales de Conmebol y también de la FIFA, a cambio del contrato de Copa América: veinte millones por la firma del contrato y veinte millones por cada una de cuatro ediciones del torneo (2015, 2016, 2019 y 2023)”.
“Cada pago de 20 millones fue dividido en sobornos de la siguiente forma: tres millones para cada uno de los máximos dirigentes de la Conmebol: el presidente de la Confederación y los presidentes de las Federaciones de Brasil y Argentina, y 1,5 millones de dólares a cada uno de los otros siete presidentes de las federaciones de la Conmebol”.
En 2013, la Conmebol era dirigida por el uruguayo Eugenio Figueredo; mientras que la AFA estaba en manos de Grondona y la CBF era presidida por José María Marin.
Adicionalmente, hubo otros 500 mil dólares “para un undécimo funcionario de la Conmebol”, sostiene el documento, que menciona entre quienes solicitaron o recibieron sobornos a Figueredo, Rafael Esquivel (presidente de la Federación Venezolana de Fútbol) y Nicolás Leoz (ex presidente de la Conmebol), más cinco de los “cómplices” cuyos nombres no se revelan, y otros dirigentes.
EMPRESARIOS ARGENTINOS INVOLUCRADOS. El departamento de Justicia de Estados Unidos resolvió imputar a nueve directivos de la FIFA y a cinco ejecutivos de empresas privadas en un escándalo de corrupción por el pago de coimas para la compra-venta de derechos deportivos, donde se habrían pagado sobornos por 150 millones de dólares.
Entre los imputados figuran tres empresarios argentinos: Alejandro Burzaco, ejecutivo de la empresa Torneos y Competencias, y Hugo y Mariano Jinkis, ejecutivos de la empresa Full Play Group.
LOS DETENIDOS. La FIFA, máxima entidad del fútbol internacional, sufrió este miércoles el peor escándalo de su historia, cuando siete de sus más altos dirigentes fueron arrestados en Zurich acusados de fraude, chantaje y lavado de dinero por el Departamento de Justicia estadounidense, con un total de 14 imputados. Con respecto a los detenidos se trata de los directivos de FIFA Jeffrey Webb, Eduardo Li, Julio Rocha, Costas Takkas, Eugenio Figueredo, Rafael Esquivel y José María Marín.
Figueredo, de nacionalidad uruguaya, es el vicepresidente de FIFA; mientras que también fue imputado Nicolás Leoz, ex titular de la Conmebol.
El organismo estadounidense hizo público un comunicado en el que anuncia que han sido presentadas 47 acusaciones ante el tribunal de Brooklyn (Nueva York) por “organización mafiosa, fraude masivo y blanqueo de dinero, entre otros”.
Según la investigación, los acusados estarían implicados en la obtención de sobornos por valor de más de 150 millones de dólares, a lo largo de 24 años por la corrupción del fútbol, por “lucrativos derechos de comercialización en los medios y mercadotecnia en los torneos internacionales”.
“Corrupción rampante, sistemática y profundamente enraizada” es la descripción de la fiscal general Loretta Lynch, quien puntualiza que “se ha extendido en las dos últimas generaciones de federativos que abusaron de sus puestos de confianza para conseguir millones de dólares en mordidas y sobornos”.
BLATTER, SIN CARGOS EN CONTRA. La Justicia estadounidense no formuló cargos contra el actual presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, quien se presenta a la reelección para un quinto mandato el próximo viernes en el Congreso de la FIFA en Zurich, contra el príncipe jordano Ali Bin Al Hussein (a quien apoyó públicamente Diego Maradona).
Sobre la votación, la FIFA aseguró que se llevará a cabo pese al escándalo y también afirmó que no peligran los países elegidos como sedes de los Mundiales de 2018 (Rusia) y 2022 (Qatar).
EL ARREPENTIDO. El estadounidense Chuck Blazer, ex secretario general de la Concacaf, fue el hombre clave, en su rol de arrepentido, que colaboró con la FBI en la investigación que desencadenó el escándalo en la FIFA. Blazer también fue integrante del comité ejecutivo de la FIFA hasta mayo de 2013, cuando fue suspendido por 90 días por recibir una coima de más de 20 millones de dólares.
A partir de esto, desde noviembre de 2014, Blazer comenzó a trabajar de forma conjunta con el FBI, grabando en secreto conversaciones con los dirigentes implicados en los casos de corrupción, según consigna el diario español El Mundo. Blazer, quien estuvo en Concacaf desde 1996 hasta 2013, también había anunciado su renuncia al cargo que tenía en FIFA en octubre de 2011 cuando denunció una supuesta compra de votos de uno de los acusados, Jack Warner, de Trinidad Tobago, y Mohamed Bin Hammam, de Qatar, en la última elección de FIFA. El otro hombre clave en la investigación del ente estadounidense es Michael García, un ex fiscal que está casado con una agente del FBI.
LOS DAMNIFICADOS. La fiscal general norteamericana señala como víctimas a multitud de competiciones y torneos de distintos países que deberían haberse beneficiado de los ingresos generados con la comercialización de los citados derechos y los aficionados en Estados Unidos y en todo el mundo.
Estados Unidos perdió la elección de la sede del Mundial 2018 con Rusia; mientras que Inglaterra pretendía organizar el Mundial 2022, aunque los directivos de la FIFA se inclinaron por Qatar. Sobre las candidaturas, Michael García, ex presidente del Comité de Ética de FIFA y casado con una agente del FBI, realizó un informe sobre cómo se eligieron a Rusia y Qatar como anfritriones del los Mundiales de 2018 y 2022, respectivamente. El documento cayó en manos del juez alemán Joachim Eckert, quien notó “infracciones concretas en casi todas las candidaturas”.
“Vamos a trabajar para
acabar con la mala conducta”
El presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, difundió ayer una declaración en la que apoya la investigación iniciada por Estados Unidos y donde se compromete a “trabajar para acabar con cualquier mala conducta” en la entidad. Blatter, quien no forma parte de los catorce acusados de corrupción por la justicia estadounidense, calificó al escándalo como “un momento difícil para el fútbol, los hinchas y la FIFA”.
“Le damos la bienvenida a las acciones e investigaciones realizadas por las autoridad de Estados Unidos y Suiza, y creemos que ayudarán para erradicar cualquier mala conducta en FIFA”, agregó Blatter, quien el próximo viernes buscará su quinto mandato. “Permítanme ser claro: tal mala conducta no tiene cabida en el fútbol y nos aseguraremos de que los que participan en ella se queden fuera del juego”, afirmó.
“Es un día triste
para el fútbol”
El príncipe jordano Ali Bin Al Hussein, quien competirá este viernes con el suizo Joseph Blatter por la presidencia de FIFA en las próximas elecciones, expresó ayer que “es un día triste para el fútbol”. No obstante, Al Hussein comentó que “no sería apropiado” hacer más declaraciones al respecto “en este momento”.
“Hoy (por ayer) es un día triste para el fútbol. Claramente, esta es una historia en desarrollo, cuyos detalles se están aún revelando. No sería apropiado comentar más en este momento”, manifestó Al Hussein en un comunicado que brindó tras desatarse el escándalo en la casa madre del fútbol.
Al Hussein, presidente de la Asociación de Fútbol de Jordania y vicepresidente de la FIFA, cuenta, entre otros, con el apoyo de la UEFA, presidida por el francés Michel Platini; la Federación inglesa de Fútbol (FA) y también fue respaldado por el astro del fútbol mundial Diego Armando Maradona.
“Me voy a encargar
de sacarlos a patadas”
Diego Armando Maradona se refirió ayer al escándalo que sacudió a la FIFA y advirtió que se encargará “personalmente” de “sacar a patadas a los malos”, en caso de que gane el príncipe jordano Ali Bin Al Hussein en las elecciones del próximo viernes. “Hoy (por ayer) se dijo la verdad. La FIFA tiene reservas por 1.5 billones de dólares. Hoy ganó el fútbol, basta de mentirle a la gente y de hacer un show para reelegir a Blatter”, apuntó Maradona, quien siempre criticó los manejos de la entidad con sede en Suiza.
“A mí me trataban de loco pero yo no tiro tiros al aire. Una vez le pedí a (Julio Humberto) Grondona que no sigan choreando”, recordó el ex capitán y entrenador del seleccionado argentino. “Estos son los mismos que me cortaron las piernas en el 1994, no cambió nada”, agregó el ‘10’ en una entrevista con radio La Red, en referencia al dóping positivo en el Mundial de Estados Unidos.
LOS ACUSADOS
La nómina completa de los 14 imputados es la siguiente:
– Jeffrey Webb: actual vicepresidente de FIFA, miembro del comité ejecutivo y presidente de la Concacaf.
– Eduardo Li: actual miembro electo del comité ejecutivo de FIFA y miembro del comité ejecutivo de Concacaf.
– Julio Rocha: oficial de desarrollo de la FIFA.
– Costas Takkas: agregado a la presidencia de la Concacaf.
– Jack Warner: ex vicepresidente de la FIFA y miembro del comité ejecutivo.
– Eugenio Figueredo: actual vicepresidente de FIFA y miembro del comité ejecutivo. Ex presidente de la Conmebol.
– Rafael Esquivel: actual miembro del comité ejecutivo de la Conmebol y presidente de la Federación Venezolana de Fútbol.
– José María Marín: actual miembro del comité organizador de la FIFA para torneos olímpicos. Ex titular de la Confederación Brasileña de Fútbol.
– Nicolás Leoz: ex miembro del comité ejecutivo de FIFA. Ex titular de la Conmebol.
– Alejandro Burzaco: ejecutivo de Torneos y Competencias (argentino).
– Aaron Davidson: presidente de Traffic Sports USA Inc.
– Hugo y Mariano Jinkis: ejecutivos de Full Play Group (argentinos).
– José Margulies: ejecutivo de Valente Corp. y Somerton Ltd.