Esta norma es la que establece los principios rectores del derecho ambiental argentino. Ante una situación tan crítica como la que vive todo el litoral, donde su mayor riqueza compartida son los ríos y los recursos que los integran ?entre ellos los peces y la fauna acuática en general?, es menester atender la gravedad de las consecuencias que causa la depredación ictícola, elevada a la máxima potencia por la histórica bajante que atraviesa toda la cuenca del río Paraná. Fiel reflejo de ello es la cantidad de videos que se difunden por redes sociales, en los que se observa la saña humana para capturar peces en minúsculos charcos, ocasionados por los flacos niveles hidrométricos.
«Somos uno de los únicos países del mundo que exporta sus pescados de agua dulce, sacados directamente de la naturaleza. Los demás países del mundo no es que no exporten pescados, sino que lo hacen desde granjas de piscicultura (criaderos) donde se le hace un seguimiento sanitario, se los vacuna y se les da un alimento balanceado. En Argentina se saca del río el pescado ‘salvaje’ y se lo exporta directamente», comentó el abogado Néstor Baldacci, quien fue presidente del Instituto de Derecho Ambiental del Colegio de Abogados de Santa Fe y miembro del Consejo Provincial Pesquero de Santa Fe.
«Ya de por sí, la actividad de pesca comercial, como se desarrolla habitual y normalmente en nuestra región (cuenca del Paraná) es inconcebible desde el punto de vista ambiental. Hay un constante saqueo de un recurso natural renovable pero también vulnerable», analizó Baldacci, y advirtió que ante la baja altura en toda la extensión de la cuenca, «mantener o habilitar la pesca comercial en esta situación es un verdadero atentado contra un recurso natural renovable pero sumamente frágil por la presión a la que desde hace décadas se ve sometido».
No debe olvidarse que en el DNU dictado por el presidente Alberto Fernández, se permite que continúe la actividad de pesca comercial continental. «Entendemos que la excepción prevista por el Gobierno Nacional puede llegar a justificarse en otros ámbitos de la Argentina, pero de ninguna manera encuentra asidero en la cuenca del río Paraná, lo que incluye a la provincia de Santa Fe», resalta una carta que Baldacci, junto a pescadores deportivos de toda la provincia, enviaron al gobernador Omar Perotti.
Tras argumentar a lo expuesto que queda el recurso ictícola frente a las condiciones naturales reinantes, reclaman en la misiva: «Solicitamos tenga a bien, hacer uso de sus facultades constitucionales, extendiendo el aislamiento social, vedando la pesca comercial. El esfuerzo debe ser de todos, pero parejo señor gobernador».
De las provincias que forman parte de la gran cuenca del Paraná, los gobiernos de Chaco y Corrientes decretaron la veda total. Empero, Entre Ríos y Santa Fe aún la analizan. (El Litoral)