
A su vez, enmarcan la situación local en la crisis del sector lácteo que afecta a los tambos de la región y a otras firmas de primera línea como SanCor (que suspendió a 500 personas) y La Serenísima que mantiene cerrado desde el año pasado su planta de Rufino, en la provincia de Santa Fe.
El secretario administrativo de la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea (Atilra), Luis Cerrudo, dijo a EL DIARIO que este viernes habrá una reunión en la planta de Cotapa, a las 10.30, en la que los empresarios comunicarán a los trabajadores las acciones a seguir.
Según se adelantó desde el sindicato, la licencia para los trabajadores será, en principio, por 15 días y con goce de haberes. De todos modos, los salarios se estaban pagando con retraso.
“Hay tambos que están cerrando y hay que comprar leche a otras provincias lo cual es carísimo. Está llegando leche de Buenos Aires, de Villa Elisa también”, informó Cerrudo. El factor climático también ha atentado contra la producción de la materia prima.
En Premieur SA adquirió la industria láctea paranaense en octubre de 2014 junto al frigorífico de San José. En este sentido, sostienen que si la crisis se profundiza serán 400 personas las que se verán afectadas por la inactividad productiva.
El titular de la firma, Juan Carlos Acevedo Díaz, dijo en declaraciones periodísticas que han inyectado 46 millones de pesos durante dos años.
Desde la empresa también se insiste en la necesidad de mantener reuniones con el área de la Producción de la provincia y que el gobierno nacional lleve adelante políticas en materia láctea para reactivar el sector.
La principal herramienta para esa reactivación es la apertura de nuevos mercados de exportación, pero esa alternativa lleva tiempo, no se da de un día para otro, y menos cuando la lechería internacional también está en crisis.
Trunco. En julio del año pasado, EL DIARIO informaba sobre una reunión entre funcionarios de la Secretaría de Producción de la Municipalidad con ejecutivos de la excooperativa con vistas a la radicación de la empresa láctea en el parque industrial de Paraná.
De ese encuentro participaron el gerente general de la empresa, Diego Rodríguez; la presidenta, Lucrecia María; el director del Parque Industrial, Franco Zapata; el secretario de Producción, Francisco Mathieu; la subsecretaria de Empleo, Andrea Díaz, y la titular de la Agencia de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Andrea Firpo, para abordar, entre otras cuestiones, el proceso de reestructuración de la empresa.
La iniciativa implicaba de radicación de la industria láctea de gran inserción en la comunidad paranaense, en el parque industrial Manuel Belgrano de la capital entrerriana. Esto le permitiría a la firma una mayor coordinación logística, eficiencia en la gestión de recursos e inversiones, beneficios fiscales, acceso a herramientas financieras específicas, entre otros, según se indicó en ese momento desde el municipio.
La actual situación, sin embargo, muestra que las proyecciones optimistas dadas a conocer hace unos meses se han visto truncadas.
Una larga crisis. La crisis estructural de Cotapa, vale recordarlo, viene desde hace mucho tiempo –tal vez unos 20 años– y durante ese lapso han sido numerosos los intentos de las distintas administraciones de la firma para “sacarla a flote”, evidentemente sin éxito.
Los gobiernos de la provincia, por su parte, han aportado millonarios préstamos y subsidios en estas dos décadas de crisis pero esas inyecciones de dineros públicos, evidentemente, tampoco han servido para sanear la cooperativa fundada en los albores de los ‘70.
La situación de Cotapa, además, se enmarca en la profunda crisis de la lechería argentina que lleva varios años y golpea duramente a los pequeños y medianos tamberos e industrias lácteas.
Unos y otras pelean para sobrevivir en un escenario muy complicado, al punto que si no aparecen soluciones concretas y eficaces no serán pocas las usinas lácteas que sigan los pasos de Cotapa.
La concentración de la producción y de la industrialización, en este contexto, es el fantasma más temido por esos dos eslabones de la cadena.
Sancor. Una prueba de la crisis lechera argentina es la dramática situación que enfrenta SanCor, la tradicional empresa fundada por productores santafesinos y cordobeses, que derivó en los últimos días en la paralización de cuatro plantas y puso en riesgo 500 puestos labores.
Este jueves el Gobierno nacional y la conducción nacional de Atilra pidieron a las autoridades de SanCor presentar “un plan de reestructuración serio, a largo plazo y no coyuntural” para intentar superar su grave crisis. Fue durante la reunión que mantuvieron los ministros de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y de Trabajo, Jorge Triaca, con autoridades de SanCor, entre ellos el presidente de la cooperativa, Gustavo Ferrero, y de Atilra, representado por su secretario general, Héctor Ponce.
“En realidad la industria láctea hace años que viene con problemas y SanCor particularmente”, afirmó Buryaile antes del encuentro. Sostuvo también que “en los últimos años los problemas fueron de tal magnitud que el Gobierno anterior pensaba venderle la empresa a Venezuela, a Hugo Chávez, pero lo que hizo fue elevar un contrato de provisión de leche en polvo a un precio exorbitante para el mercado”. Eso hizo, añadió el ministro, que la empresa “más o menos acomodara las calzas y empezara a caminar, pero nada de eso era sustentable a la luz de lo que es el déficit mensual permanente dado por cuestiones financieras, costos de financiamiento y estructura, así se fue agravando”.
Fuentes del sector, en este sentido, entienden que la única salida posible de SanCor es su venta a una empresa privada y hasta hablan del presunto interés de una firma francesa, que pondría como condición antes de desembarcar en la Argentina que las actuales autoridades de la cooperativa hagan todos los ajustes necesarios para sanear, al menos en parte, el ahogo financiero.
Fuente: El Diario