Desde marzo de 2011, Siria es territorio de una creciente violencia que se desató tras el levantamiento del pueblo contra el régimen de la familia Al Assad, que respondió con constantes bombardeos a su propia población.
La comunidad internacional siempre advirtió al presidente que habría represalias si no cesaba sus ataques, y luego de la presunta utilización de armas químicas la semana pasada la acción militar parece inminente.
Tras las experiencias fallidas de Afganistán e Irak, los expertos descartan la posibilidad de una invasión efectiva con tropas, aunque Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia preparan el terreno para un ataque aéreo “limitado con el objetivo de debilitar al régimen y, según anuncian, las potencias para destruir la capacidad de operativa en cuanto a armas químicas”, afirmó el analista internacional Luis Rosales, en diálogo conINFOnews.
Sin embargo, la acción con fines meramente humanitarios de las potencias despierta sospechas sobre los posibles intereses económicos que pueda haber detrás. “Siria no es ni Irak ni Libia en cuanto a petróleo y gas” y “desde el punto de vista geopolítico a Occidente tampoco le interesa demasiado que caiga el régimen de Bashar Al Assadporque no hay del otro lado fuerzas organizadas para gobernar”.
Siria podría responder a través de Hezbollá, que tiene capacidad terrorista en todo el mundo
Además, el derrocamiento del presidente Bashar Al Assad podría implicar la toma de poder por parte de grupos fundamentalistas islámicos. Sin embargo, el régimen sirio es uno de los pocos aliados estratégicos de Irán, aliado también de Hezbollá y Hamas, lo que lo transforma en un fuerte enemigo de Estados Unidos.
En este contexto, un ataque de los aliados de Occidente buscaría “equilibrar las fuerzas internas”, lo que sería un “planteo parecido al que hicieron en Libia, donde redujeron el desbalance que había en la guerra civil”. para luego permitir que continúe el proceso interno, explicó Rosales.
Las posibles consecuencias
En la amenaza de respuesta, desde lo discursivo, Al Assad “incluye un paquete grande: dice que tienen capacidad de atacar a los barcos estadounidenses del mediterráneo con misiles y algunas bases de Estados Unidos y la OTAN en Turquía, Grecia y Chipre”, dijo el analista, aunque señaló que “es poco probable que eso suceda”.
“Otro escenario es contraatacar afectando o avanzando sobre el principal aliado de las potencias en la región que es Israel”, agregó, aunque también desestimó esta alternativa al recordar que, más allá de la ayuda de Occidente, Jerusalén “tiene también una capacidad de respuesta impresionante y puede destruir Siria si se lo propone”.
Como tercera y quizás más probable opción, Rosales señaló que Siria podría responder “a través de Irán y Hezbollá, que tiene una capacidad de respuesta muy flexible en cuanto a terrorismo en todo el mundo”, por lo que todos los aliados de la intervención deberán estar alerta en cuanto salga el primer misil contra Siria.