El Gobierno nipón gastará 40.000 millones de yenes (unos 400 millones de dólares) procedentes de fondos públicos reservados en solucionar las fugas de agua radiactiva de la accidentada central nuclear de Fukushima, informó hoy la agencia de noticias Kyodo.
La partida está enmarcada en un plan de medidas de emergencia para gestionar el enorme volumen de agua contaminada que se acumula en los sótanos de los reactores de la central y se vierte a diario al océano Pacífico, explicó a Kyodo una fuente del Gobierno.
La implicación del Ejecutivo en la crisis refleja la gravedad de la situación en la planta, que además perjudica la imagen de la candidatura de Tokio para los Juegos Olímpicos de 2020, los cuales aspiran también a organizar Madrid y Estambul.
El propio Abe defenderá el próximo sábado 7 de septiembre el proyecto tokiota en Buenos Aires, donde el Comité Olímpico Internacional (COI) elegirá la que será la sede del evento deportivo dentro de 7 años.
Se cree que este desembolso extraordinario, que procede de fondos reservados del presupuesto para el presente ejercicio fiscal, permitirá financiar las medidas necesarias para evitar que aumente el volumen de agua en la central y para mejorar su capacidad para reducir el nivel de radiación del líquido que almacena.
A la acumulación de liquido tóxico se ha sumado también una fuga altamente radiactiva detectada en agosto en uno de los miles de tanques que almacenan el agua que se usa para enfriar los reactores.
El Gobierno y «Tokyo Electric Power» (TEPCO), operadora de la planta, buscan trasladar este líquido cuanto antes a otros depósitos construidos con materiales más sólidos para evitar nuevas filtraciones.
También se pretende instalar cuanto antes un sistema que sustrae de este agua 62 tipos de sustancias radiactivas. Y para evitar que el agua de los sótanos fluya hacia el mar se baraja emplear un sofisticado sistema para congelar el suelo alrededor de los reactores y bloquear así el paso del líquido.