En marzo de 2020, durante los primeros días de la pandemia de coronavirus, Khabane Lame, un joven trabajador de una fábrica en la ciudad industrial de Chivasso, al norte de Italia, perdió su trabajo.
Volvió al modesto departamento de su familia y, a pesar de la insistencia de su padre senegalés para que solicitara otros trabajos, empezó a pasar horas diarias publicando videos en TikTok bajo el nombre de Khaby Lame.
Con las funciones de “duet” y “stitch” de la aplicación de la red social, Lame, de 21 años, aprovechó el impulso de los videos virales, a menudo absurdamente complicados, sobre trucos de la vida diaria —cortar un plátano con un cuchillo, utilizar extraños artilugios para ponerse los calcetines—, respondiendo a ellos con clips de reacción sin palabras y fáciles de entender en los que él hacía la misma tarea de forma mucho más sencilla.
Pela el plátano. Se pone un par de calcetines. Y casi siempre termina sus escenas con el mismo movimiento: extiende los brazos como si dijera “listo” y hace una expresión graciosa con los ojos o la cabeza.
Sus primeras publicaciones estaban en su mayoría en italiano, con subtítulos en italiano; a veces Lame hablaba en su lengua nativa, con acento norteño. Pero fueron los videos de reacción expresivos y sin palabras —en los que se burla de los tenedores transformados en cucharas con cinta adhesiva o defiende la santidad de la pizza italiana a partir de un video que propone ingredientes como los dulces Sour Patch Kids— los que han catapultado a Lame al estrellato internacional. Con 65,6 millones de seguidores en TikTok y contando, si sigue adquiriendo seguidores a su ritmo actual, o cerca de él, se convertirá en el creador más seguido de la plataforma. (Actualmente ese título lo tiene Charli D’Amelio, de 17 años, que tiene 116 millones de seguidores).
“Son mi cara y mis expresiones las que hacen reír a la gente”, comentó Lame en una entrevista el miércoles, un día de fiesta nacional que celebra el nacimiento de la República Italiana. Sus reacciones mudas, dijo, son un “lenguaje global”.
El meteórico ascenso de Lame como creador digital es especialmente digno de mención porque su trabajo carece del pulido valor de producción que se asocia con las estrellas de TikTok más famosas de la actualidad, muchas de las cuales han sido acogidas por Hollywood. No encontró el éxito uniéndose a una casa de colaboraciones con otros veinteañeros, ni confiando en un crecimiento artificial como la compra de seguidores o vistas. Su ascenso ha sido totalmente orgánico.
El secreto del éxito de Lame es su calidad de hombre común exasperado. “Su contenido casi desacredita o se burla de las tendencias sobreproducidas que se dan en las redes sociales, ya sean trucos para la vida diaria u otras cosas por el estilo”, dijo Samir Chaudry, fundador de The Publish Press, un boletín que da cobertura a la economía de los creadores. “Casi representa la autenticidad por encima de la producción. Creo que eso es muy atractivo a escala para la gente, esa sensación de ver a alguien que no se esfuerza demasiado, es algo que resulta auténtico”.
Hace unos 40 días, cuando Lame alcanzó los diez millones de seguidores, “me di cuenta de que las cosas iban bien”, señaló. Ahora, con más de 65 millones de seguidores, este es su trabajo de tiempo completo.
Alcance global, desde Italia
Los admiradores de Lame manejan páginas de fans en inglés, alemán, árabe, portugués y español, entre otros. Conocidos “youTubers”, como King Bach, se han puesto en contacto con él para hacer colaboraciones, y está ganando algo de dinero a través del Creator Fund de TikTok y trabajando con marcas, entre ellas, dijo, el fabricante italiano de pasta Barilla.
“Como estrella internacional, estoy mucho más solicitado”, agregó.
Sin embargo, aunque Lame es conocido a nivel internacional como el TikToker italiano, en Italia no se le reconoce técnicamente como italiano. Su falta de ciudadanía, a pesar de vivir en Italia desde que tenía 1 año, asistir a escuelas italianas y animar rabiosamente al equipo de fútbol Juventus, es “sin duda incorrecta”, dijo. “Sinceramente, no necesito un papel para definirme como italiano”, afirmó, y añadió que su falta de pasaporte italiano nunca le ha dado problemas.
“Al menos hasta ahora”, precisó.
Un efecto secundario inesperado del ascenso de Lame en TikTok es que ha expuesto el lado vulnerable de su falta de ciudadanía italiana. Su pasaporte senegalés ha dificultado la obtención de un visado para visitar Estados Unidos, según comentó. Todavía está lidiando con la burocracia y el papeleo italianos para conseguir su ciudadanía.
La ciudadanía italiana se basa en la sangre y solo pueden obtenerla los hijos de inmigrantes que cumplan 18 años tras vivir en el país desde su nacimiento. Para los que no han nacido en Italia, puede llevar mucho más tiempo. Los legisladores liberales, a pesar de su gran influencia en el gobierno, han rehuido en gran medida a los esfuerzos previos para cambiar la ley y dar a acceso a la ciudadanía a los inmigrantes y sus hijos que llevan mucho tiempo viviendo en Italia.
“No soy alcalde, no soy nadie; no puedo cambiar las leyes”, dijo Lame, sentado en el despacho de su manager en Milán, junto a una figura de Ironman. Al recordarle que la mayoría de los legisladores no tienen más de 60 millones de seguidores, mostró su amplia sonrisa y añadió: “Quizá pueda cambiarlo con la popularidad. Con mi influencia”.
Las celebridades y otras personas influyentes en efecto están notando su ascenso. Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Facebook, comentó con un emoticono de pulgar hacia arriba en una de las últimas publicaciones de Lame en Instagram. El 19 de mayo, Lame apareció con Alessandro Del Piero, el legendario jugador de fútbol de su amado equipo, el Juventus. Los principales influencers se han puesto en contacto con Lame para invitarlo a colaborar.
A finales de abril, Lame superó a Gianluca Vacchi como la personalidad de TikTok más seguida de Italia. Vacchi, de 53 años, conocido por sus rutinas de baile y su estilo de vida extravagante, es un fabuloso y adinerado descendiente de un magnate del plástico. Cuida su condición física a un nivel obsesivo, tiene una abundancia de tatuajes y está casado con una modelo de 26 años. El actual manager de Lame, Riggio Alessandro, solía trabajar para Vacchi.
Mientras que Vacchi representa un modo de vida lujoso que suele asociarse con la extravagancia italiana, Lame suele publicar desde el dormitorio de escasos recursos que comparte con su hermano mayor. Está decorado con una bandera de Senegal y una bufanda de fútbol del equipo Juventus. Utiliza un celular viejo para muchos videos, y la iluminación no es muy buena.
Pero eso es lo que le gusta a la gente.
“Creo que el problema que la gente está empezando a ver con los grandes influencers es que establecen ciertos estándares de cómo lucir, qué es genial y qué no”, comentó Adam Meskouri, un estudiante de 17 años y creador de contenidos en Birmingham, Míchigan. “Entonces, llega Khaby y es un tipo normal. Ha sido refrescante verlo. Es mucho más fácil identificarse con él que con la mayoría de los grandes influentes”.
Cebo para las páginas de memes
Además de los videos en los que “sacude la cabeza”, el contenido de Lame consiste principalmente en homenajes a su novia y a su grupo de amigos. Sin embargo, algunas de sus publicaciones, aunque no causarían mucho revuelo en Italia, no comulgarían con los principios de los rincones más progresistas de Estados Unidos o Europa.
En uno, contrasta una voluptuosa mujer que dice seductoramente: “Si tuvieras 24 horas conmigo, ¿qué harías?”, con una lista de todas las partes de la casa que la haría limpiar. En otro, se burla de una mujer que se quejó de que la llamaran vieja bruja en TikTok. En otro, aparece consolando a una mujer que llora con un plato para que lo limpie.
Parte del éxito de Lame tiene que ver con la facilidad con que sus contenidos son absorbidos por la máquina de agregación de internet. Algunos “youTubers” crean videos recopilatorios de sus clips de TikTok para atraer millones de visitas.
El contenido de Lame también es un perfecto “cebo para las páginas de memes”, lo que significa que muchas páginas de memes descargan sus videos de TikTok y los vuelven a publicar en Instagram para facilitar la interacción, o utilizan su cara para imágenes de reacción. Sus videos también suelen volverse a publicar en Twitter, donde se difunden aún más.
Lame cree que sus expresiones faciales cómicas y la sencillez de su contenido lo han ayudado a crecer a un ritmo acelerado. También publica con frecuencia: casi todos los días en TikTok y todo el tiempo en Historias de Instagram.
“El secreto es la resistencia por encima de todo”, comentó.
Aunque es posible que Lame se convierta pronto en la estrella de TikTok más seguida del mundo, insistió en que no trataba TikTok como una competencia. Dijo que no se encontraba mucho con el contenido de Charli D’Amelio (aunque la hermana de D’Amelio, Dixie D’Amelio, también una de las creadoras más populares, lo sigue y él la sigue a ella). “Estoy contento de ser el primero en Italia y todo eso, pero no empecé a usar TikTok para eso”, agregó.
Se metió en esto, dijo, para hacer reír a la gente, como sus ídolos Will Smith, Eddie Murphy y el actor pullés Checco Zalone, conocido por sus vulgares comedias italianas. Lame dijo que esperaba algún día estar a su nivel.
Está ganando dinero de forma constante, pero no lo suficiente como para cumplir su sueño de comprarle una casa a su madre. “Quizá en el futuro lo logre”, concluyó.
Fuente: Especial para Infobae de The New York Times.