En una sesión maratónica, la Cámara de Diputados aprobó esta madrugada por amplia mayoría el proyecto de ley que ratifica el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y ahora el debate se traslada al Senado presidido por Cristina Kirchner.
El líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, se ausentó durante toda la sesión pero apareció a último momento en su banca para marcar su voto de rechazo, al igual que lo hicieron compañeros de la agrupación que encabeza y otros diputados del kirchnerismo.
En el oficialismo, el grueso del bloque acompañó el acuerdo con el FMI pero hubo 34 legisladores, entre ellos Kirchner, que se repartieron entre rechazos y abstenciones.
El debate
Al introducir el debate, el miembro informante del oficialismo y presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller, señaló que a partir del endeudamiento que Mauricio Macri contrajo en 2018, el Gobierno «recibió una auténtica bomba de tiempo» y que ahora «se trata de encontrar la mejor salida».
Si bien el diputado oficialista admitió que «no hay nada que festejar» por el hecho de tener al FMI en el país, y aclaró que no cree que ahora el organismo de crédito «se haya vuelto más bueno», sostuvo que el acuerdo es necesario porque «un default sería muchísimo más grave» para la economía argentina.
«Hemos dicho una y otra vez que no tenemos motivos para festejar, pero sí tenemos motivos para valorar que se esté logrando refinanciar los compromisos que contenían el anterior programa, concentrados en los años 2022 y 2023 sin poner en riesgo la recuperación de la economía, las políticas de crecimiento y desarrollo, evitando tener que caer en un acuerdo que contenga las tradicionales políticas de ajuste y reformas que caracterizan y han caracterizado la historia de todos los acuerdos que Argentina ha firmado con este organismo, que quitan derechos laborales, previsionales y que tanto daño le han hecho a nuestro país y los ciudadanos y ciudadanas», argumentó.
En ese sentido, el diputado destacó que con este acuerdo «no se respetan los típicos aspectos de la ortodoxia que han prevalecido a través de la historia» del FMI en la Argentina.
A continuación, el radical mendocino Lisandro Nieri, dijo que desde Juntos por el Cambio están «muy conformes de haber logrado una Ley que autoriza al Poder Ejecutivo a tomar un nuevo crédito» ya que «es innegable que el peor de los mundos era el default».
El legislador de la UCR recordó el rechazo opositor a avalar un proyecto que contuviera en el articulado el programa económico, y destacó que se haya llegado a un acuerdo para quitar esa parte y solamente dejar en pie la autorización al Poder Ejecutivo para que pueda gestionar operaciones de crédito público con el FMI. .
«El programa económico es de exclusiva competencia del gobierno», enfatizó el radical, y agregó: «Yo me pregunto, si el programa que presentaron es tan fantástico, no entiendo por qué su propia coalición no lo acompaña. La gran duda es que va a hacer hoy La Cámpora».
En representación de la Coalición Cívica, Paula Oliveto Lago, valoró que en la sesión de hoy se esté logrando «evitar un colapso», pero advirtió que «la crisis continúa».
«Con responsabilidad histórica le estamos dando al gobierno la herramienta constitucional necesaria. La Coalición Cívica nunca dio un paso por fuera de la institucionalidad del país. Queremos que el Presidente entregue la banda presidencial a otro Presidente en el 2023. Pero hasta ese año háganse cargo de cómo sacar a este país adelante», señaló, desligándose del plan económico del Gobierno. .
A su turno, la titular de la comisión de Finanzas, Alicia Aparicio (Frente de Todos), explicó que el Gobierno de Alberto Fernández no volvió a traer al FMI al país pero sí será el que «resuelva el problema logrando los objetivos de independencia económica y soberanía política».
«Hoy no hay nada para festejar, no hay ganadores», consideró.
El entrerriano Marcelo Casaretto (Frente de Todos) subrayó que se trató de una negociación «dura y ardua» y criticó a Macri por haber dicho que si lograba la reelección habría resuelto el problema de la deuda con el FMI «en cinco minutos».
«No se arregla en cinco minutos porque hay una diferencia de intereses entre un organismo financiero internacional, que ha promovido políticas de ajuste y un gobierno que no acepta esas políticas de ajuste», explicó.
El legislador peronista recordó que desde el 2016 todos los créditos stand by y de facilidades extendidas otorgados por el FMI a nivel internacional tuvieron como exigencia «reformas fiscales en el 100% de los casos, en el 90% de los casos reformas previsionales, en el 54% de los casos reformas laborales».
«Esta es la receta del FMI. La Argentina negoció en defensa de la soberanía nacional no aceptando este tipo de medidas y por eso la negociación no duró cinco minutos porque íbamos a firmar lo que ellos querían. Íbamos a firmar lo que la Argentina necesitaba. Se fue demorando la negociación hasta que una a una esas banderas de ajuste se fueron cayendo», concluyó.
En nombre del PRO, Laura Rodríguez Machado remarcó que «no es la primera vez que sacamos en este Congreso al país del default».
«Ya lo hicimos cuando asumió el gobierno del presidente Macri, que sacamos a la Argentina del default, porque Néstor Kirchner había dejado en el país una ley cerrojo que impedía negociar con los holdouts y tuvimos que derogar esa ley para sacar a la Argentina del default», evocó la legisladora macrista.
En tanto, cuestionó a Máximo Kirchner por no concurrir a la sesión y lo atribuyó a una estrategia política de desentenderse de las posibles consecuencias negativas de la aplicación del programa económico asumido por el Gobierno con el FMI para después atribuirle la culpa tanto a Alberto Fernández como a Juntos por el Cambio.
«Seguramente hay gente que quiere aprovechar esta situación, o lo quiso hacer, de dejarnos pegados con una historia, básicamente madre e hijo que dijeron no, vamos a quitarle el apoyo a Fernández que se las arregle con los de Juntos por el Cambio y después vamos a salir a criticar, porque seguro que les va a ir mal», sostuvo Rodríguez Machado.
A su turno, el macrista Gerardo Milman (diputado cercano a la titular del PRO, Patricia Bullrich) acusó al Frente de Todos de «jugar a ser oficialismo y oposición al mismo tiempo».
«Están partidos y lo que les preocupa es que no se note. Como no pueden sentar a los propios y si los sientan no los pueden hacer votar, la decisión de su Gobierno si al final esto no sale o sale mal, al final nos van a decir: Obvio, que no fueron ellos. Háganse cargo», soltó.
El presidente del bloque de la Coalición Cívica, Juan Manuel López, sostuvo: «Muchos de nosotros no estamos incómodos de votar este tipo de leyes, porque somos adultos, porque representamos a mas del 40% de la población y porque ganamos las elecciones el año pasado, lo que nos hace responsables».
Al momento de los cierres por bloque, el titular de la bancada radical, Mario Negri, señaló: «Tengan la tranquilidad de que nosotros no estamos para co-gobernar, nosotros no estamos para ser una rueda de auxilio todos los días, nosotros venimos y acompañamos cuando lo que está en peligro es la gente».
En el discurso de cierre del PRO, el diputado Luciano Laspina aseguró que «Juntos por el Cambio estuvo a la altura de las circunstancias históricas y vamos a evitar que la Argentina evite una catástrofe».
En último orador de la velada fue el jefe del bloque del Frente de Todos, Germán Martínez, quien manifestó: «Me parece que más allá de oficialismo y oposición tenemos que ir metabolizando la idea que la Argentina se viene encaminando a un sistema de grandes coaliciones».