Uno de los tres secretarios generales de la CGT, el dirigente marítimo Juan Carlos Schmid, aseguró que el Consejo Directivo de la central obrera decidirá y anunciará este jueves «la fecha del paro nacional«, que no incluirá una movilización y seguramente se realizará entre el 4 y el 6 de abril próximo, y afirmó que el Gobierno «no revirtió el rumbo ni ofreció señales» que permitiesen levantar la protesta.
Schmid ratificó la vigencia del triunvirato elegido en agosto y ratificado hace pocos días en un encuentro realizado en el gremio cervecero y explicó que a lo largo de toda su historia hubo variados sectores que coexistieron en el movimiento obrero.
«Se eligió un triunvirato porque existen varios sectores y, aunque no es sencillo ese tipo de conducción, así estaban planteadas las cosas», dijo el también titular de la estratégica Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), quien se pronunció por la necesidad de aplicar una política comercial «inteligente» porque con solo «una buena cosecha nadie se salva».
Uno de los integrantes del triunvirato de la CGT, Héctor Daer, señaló que el jueves próximo habrá una reunión para definir si hay una medida de fuerza y en qué fecha.
«Tampoco alcanza el petróleo o la industria automotriz. El país requiere fabricar autopartes en el contexto de una política comercial inteligente. Ello no puede contemplar la flexibilización laboral de los convenios colectivos de trabajo», puntualizó.
Para el dirigente marítimo y jefe del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento (DRAGyBAL), este jueves se anunciará la fecha del paro nacional porque «el gobierno y sus medidas fracasaron; la gente no tiene una moneda y cayó el consumo, por lo que tampoco existe la necesaria demanda y las ‘salvadoras’ inversiones».
Schmid, quien integra el triunvirato junto con Héctor Daer y Carlos Acuña, calificó como «grupos minoritarios y antidemocráticos» a los que al término de la marcha del martes último subieron al palco y provocaron incidentes y señaló que desde «el comienzo del acto no estaban dispuestos a escuchar».
«Fue doloroso que el acto terminase así. Pero lo más importante fue la capacidad de movilización de la CGT y la participación de la gente, que no fue a pedir la cabeza del triunvirato sino a expresar su enojo y malestar por las políticas oficiales», añadió.