«Ver a los gurises disfrutando al hacer sonar violines, oboes, contrabajos y demás instrumentos es un espectáculo muy emocionante, que verdaderamente muestra el potencial de este programa y lo acertado de la apuesta del gobernador Sergio Urribarri al aprendizaje de la música como vehículo de inclusión, alegría y trabajo en equipo», comentó el ministro de Cultura y Comunicación, Pedro Báez, presente en el acto.
La oportunidad fue propicia para que el funcionario dialogara con los docentes que tienen a su cargo la formación de los chicos. «Los progresos son grandes, no sólo en lo musical, sino en otros aspectos como la conducta, las notas y hasta el estado de ánimo de los gurises», expuso Báez. «Además – añadió- la inclusión alcanza no sólo a los chicos, sino a sus familias. Comienzan a formarse lazos solidarios y la orquesta termina siendo el ámbito donde se encuentran soluciones para diferentes situaciones». Por ejemplo, en los próximos días se concretará una solución habitacional para la familia de una de las alumnas.
También manifestó Báez su satisfacción al enterarse de que cuatro niñas que participan de la orquesta Eva Perón se entusiasmaron con las clases y decidieron inscribirse en la Escuela de Música Constancio Carminio de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader).
«Dos cursan la tecnicatura en contrabajo, otra la de violonchelo y la restante estudia violín en nuestra universidad pública. Esta es para nosotros la mejor noticia y queremos agradecer a las familias de las chicas por el apoyo que les brindan», expresó.
Las expresiones de satisfacción de los chicos y la emoción de mamás, papás y abuelos que se acercaron a la escuela a alentar a los pequeños músicos aportaron calidez al acto, en el que estuvieron presentes la coordinadora provincial del Programa de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles, Sofía Riquelme; la secretaria de Niñez, Familia y Discapacidad, Cristina Ponce; y el director del Centro Experimental de Industrias Culturales, Sebastián Lorenzo, junto a autoridades y docentes de la Escuela Hogar.
Al inicio del acto, docentes de la orquesta tuvieron a su cargo la interpretación del Himno Nacional Argentino y la Marcha de Entre Ríos. Y al cierre, los niños interpretaron cuatro obras didácticas. Con oboes, violines, contrabajos, violonchelos, clarinetes, flautas traversas, trompetas, trombones, cornos e instrumentos de percusión, hubo sobre el escenario 60 niños y niñas de la escuela primaria de jornada completa, la escuela secundaria y la escuela especial que funcionan en el complejo, además de los chicos y chicas de otros establecimientos educativos de la ciudad que también participan.
«La orquesta iguala, incluye y forma. Es un espacio que los chicos sienten como propio y que les sirve para aprender una disciplina que el día de mañana puede brindarles el sustento, pero también para estar ocupados, lejos de la calle y contenidos», concluyó Báez.
El programa de Orquestas Infantiles y Juveniles se formó el año pasado con el objetivo de brindar a los gurises la posibilidad de aprender, disfrutar y sentirse parte de un grupo. Desde entonces, se integraron orquestas, bandas, batucadas y coros en los que participan más de 1.500 chicos de distintos puntos de Entre Ríos.
Una futura docente de música
Carla Menegatti es madre de Verónica, alumna de violín de 10 años. «A partir de esta experiencia en la orquesta, se quiso anotar en la Escuela de Música y ya está cursando. Ya decidió que cuando sea grande quiere enseñar música. Estamos emocionados, agradecidos y muy orgullosos», contó.
«Es sacrificado, porque Verónica se levanta antes que todos y hay días en que termina tarde con tantas actividades, pero igual se pone a ensayar en casa. Además, la llevamos todas las veces que toca la Orquesta Sinfónica y a los conciertos gratuitos que hay. Está muy entusiasmada y nosotros la acompañamos en todo», añadió.
Con el apoyo de una abuela
Inés Ibarra es abuela de Hortencia Pérez, alumna de tercer grado de la Escuela Hogar. «Ella toca una flauta que no sé bien cómo es el nombre. Yo la traigo a los ensayos también los sábados y estoy recontenta, tengo una emoción muy grande. Nunca me imaginé que en tan poquito tiempo estas criaturas pudieran hacer algo de este belleza incomparable», expresó.
Hortencia tiene 9 años y toca la flauta traversa. «Nosotros vivimos lejísimos, atrás de El Charrúa y nos cuesta venir, pero nos resulta imposible pagarle un estudio así que hacemos el sacrificio para que aproveche esta posibilidad. A ella le gusta muchísimo, quiere seguir con la música», agregó.
Atentos no sólo a la música
El contrabajista Guillermo Trobbiani integra las orquestas sinfónicas de Entre Ríos y de Santa Fe, tiene más de 10 años de experiencia docente en distintas universidades e integra el cuerpo de profesores de la orquesta. «Estamos trabajando bien, hay apoyo de los padres y estamos contentos con el resultado que vamos alcanzando con los chicos», comentó.
Trobbiani contó que es la primera vez que integra un proyecto de esta naturaleza. «Es bárbaro este programa. Le da a los chicos una posibilidad única que les puede cambiar la vida. Y para nosotros también es un aprendizaje porque tenemos que estar atentos no sólo a la música, sino a otras cosas que necesitan los alumnos, lo que nos obliga a estar más preparados», concluyó.