La Unidad Fiscal para la Investigación de delitos en el ámbito del Programa de Atención Médica Integral (UFI–PAMI), un organismo que depende de la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, ya tomó intervención en el caso de las denuncias contra el Instituto Oftalmológico Castroviejo, de Paraná. En esta clínica al menos 11 pacientes denunciaron haber perdido parte de la visión luego de haberse sometido a una cirugía de cataratas, el 7 del actual.
La intervención de la UFI PAMI se dio a pedido del titular de la Unidad de Gestión Local (UGL) Paraná de la obra social de los jubilados, Carlos Alonso, luego de que cinco de esos pacientes damnificados se presentaran para efectuar la denuncia. Alonso dijo que en caso de que algún beneficiario resolviera llevar el caso a la Justicia, la UFI PAMI se presentará también aportando documentación propia.
De momento, el Instituto Oftalmológico Castroviejo, ubicado en Urquiza al 600 en la capital provincial y que es el único prestador oftalmológico que da cobertura a un universo de 78.000 afiliados en toda la costa del Paraná, está suspendido por el PAMI. “La suspensión será hasta tanto se pueda determinar la causa de la infección que sufrió este grupo de afiliados, y determinar la responsabilidad de los profesionales que intervinieron en la cirugía”, explicó Alonso a EL DIARIO.
Ese día. El Instituto Castroviejo se había convertido, desde 2014, en el único prestador oftalmológico en la costa del Paraná, luego que PAMI cortó el convenio con el Instituto Santa Lucía. Por esa razón, era corriente encontrar la exigua sala de espera agobiada de jubilados esperando una cirugía: no sólo de Paraná, sino del interior. A veces, además, ocurría que la espera para la atención duraba horas.
Así fue el jueves 7, cuando ocurrió lo que en principio se califica como una infección por una bacteria que afectó la visión de los pacientes que se sometieron ese día a una cirugía en el Instituto Castroviejo.
Una mujer de 85 años estuvo entre las pacientes que se sometieron a una cirugía ese día, y su caso fue relatado por su nieta en las redes sociales: le operaron el ojo derecho. Tenía turno para cirugía a las 11,30, pero recién pudo ingresar al quirófano a las 16. El viernes 8, la mujer empezó a perder la visión del ojo operado. Llamó a la clínica y le dieron turno para las 16. La vieron, pero la mandaron a su casa, con una cita para el día siguiente, sábado, a las 9. Pasaron varias horas hasta que la anoticiaron de que debería someterse a una nueva operación; esa operación ocurrió a la madrugada del domingo.
En el PAMI admiten que los casos existieron, aunque sólo recibieron la denuncia de cinco, y dos de ellos ya fueron derivados para una “interconsulta” a Santa Fe, explicó Alonso. “La idea es llevarlos a Santa Fe para determinar la terapéutica. Y ver qué se puede hacer”, agregó.
Mientras, aseguró el funcionario, procuran acordar términos de relación con otros prestadores, que puedan ser alternativa al Instituto Castroviejo, y restablecer la cobertura oftalmológica a los pasivos.
Cruce. Desde el Instituto Castroviejo, que dirige la médica Alejandra Desio –también jefa del Servicio de Oftalmología del Hospital San Martín–, señaló que la clínica “es víctima de una campaña de difamación, con espurios fines e intencionalidad política de las autoridades locales del PAMI, a través de la desinformación, difamación y desprestigio, que trasciende a sus propios afiliados, por lo cual accionaremos legalmente” (ver aparte).
El posicionamiento de la empresa fue hecho a través de un comunicado de prensa enviado a EL DIARIO y en el que se aclara que “no se emitirán nuevos comunicados de prensa ni atención a la misma, hasta concluir los procesos y protocolos en trámite”.
Aunque desde el PAMI dicen estar dispuestos a profundizar la investigación para determinar qué pasó exactamente el jueves 7 en Castroviejo y por qué los afiliados a la obra social de los jubilados terminaron con su visión seriamente afectada tras una intervención quirúrgica.
Aunque hasta ayer el titular de PAMI no había tenido ningún tipo de contacto con la propietaria del instituto oftalmológico. “Lo que vamos a hacer es solicitar las historias clínicas de estos pacientes, y determinar si se violó algún protocolo en el momento de la cirugía. Algo pasó para que estas personas terminaran afectadas con una bacteria –señaló Alonso–. Un procedimiento no se siguió. Vamos a ver si de las historias clínicas surge alguna anomalía”.
–¿Quién analiza las historias clínicas?
–Lo hace el PAMI, con personal médico propio.
–¿Nunca antes habían ocurrido problemas de este tipo?
–No, nunca. Es la primera vez. Castroviejo tiene convenio con PAMI desde 2007. Realiza 1.000 cirugías por año. En el tiempo que rige el convenio ya ha realizado 7.000 cirugías.
–¿Cuál es ahora la situación de la clínica?
–Está suspendida, y la medida se va a mantener hasta que se determine el grado de responsabilidad en estos hechos. Hasta tanto no se dilucide esto, no vamos a mandar a ningún afiliado. Mientras, estamos derivando afiliados a Santa Fe y estamos analizando propuestas de nuevos prestadores en Paraná.
–¿Si la investigación determina que no hubo responsabilidad de la clínica, puede volver a ser prestador?
–Se puede llegar a retomar la relación en la medida en que los afiliados también quieran ir. Queremos tener una alternativa, porque después de todo esto, quizá la gente no quiera ir más a esta clínica.
Qué dice la clínica
El Instituto Oftalmológico Castroviejo dio a conocer ayer un comunicado oficial “a fin de llevar a cabo las aclaraciones necesarias del caso”, según el texto enviado a EL DIARIO, con la firma de la titular de la empresa, Alejandra Desio.
Al respecto, señaló que el instituto “cuenta con la totalidad de habilitaciones que exige el Ministerio de Salud, como asimismo ha cumplido y sigue haciéndolo con la totalidad de exigencias reglamentarias, médicas, edilicias y prestacionales”.
Respecto de los “trascendidos, informamos que algunos de los pacientes intervenidos el día 7 de mayo de 2015 tuvieron una evolución diferente a la esperada con posterioridad a las 24 horas de la cirugía. Por tal razón, se realizó un estricto seguimiento de los mismos durante las próximas horas, debiendo considerar, por la calidad de los hallazgos y la evolución, que podría tratarse de un proceso infeccioso. Ante ello, se procedió a la inmediata aplicación del protocolo médico que amerita el caso, que implica la realización de una vitrectomía con aplicación de sustancias antibióticas específicas intraoculares conforme impone protocolo médico, y una vez obtenidos los resultados preliminares, se procedió a la prescripción de la terapéutica local y sistémica acorde con el resultado de laboratorio”.
Además, desde Castroviejo dijeron que los médicos “han actuado conforme a las reglas imperantes en la materia, no existiendo conducta negligente alguna de su parte, como mendazmente ha pretendido sostener la autoridad local del PAMI”.
De igual modo, la clínica “ha realizado un proceso de investigación interno para determinar las posibles causas”, y aún cuando mantiene vigente los turnos programados, se han suspendido por ahora las cirugías “hasta tanto se concluyan las investigaciones”, se explicó.
En opinión de la clínica, la empresa es “víctima de una campaña de difamación, con espurios fines e intencionalidad política de las autoridades locales del PAMI, a través de la desinformación, difamación y desprestigio, que trasciende a sus propios afiliados, por lo cual accionaremos legalmente”.
El dato
78.000 afiliados
es el universo de jubilados y jubiladas que atiende PAMI en toda la costa del Paraná; y sólo en el departamento cabecera están concentrados 39.000 de ellos, que ahora quedaron sin atención oftalmológica, ya que el servicio de la especialidad fue suspendido.
Fuente: El Diario