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La violencia escolar ahora empieza en las redes sociales

Los casos ocurren con más frecuencia que la que reflejan los medios, que a veces se enteran, y a veces no de todo lo que efectivamente sucede adentro de las aulas, en las escuelas de Entre Ríos. Lo que sucede es ese clima enrarecido, ese clima difícil, de lazos que se componen y se recomponen, pero que cuando se rompen lanzan esquirlas para todas las direcciones.
En las escuelas cada vez más impacta el clima de malestar que atraviesa a la sociedad, y la violencia se cuela de prepo. Entre pares, entre alumnos; hacia arriba, con los docentes; hacia abajo, un docente que se altera y se violenta.
Ocurrió en General Campos, a 200 kilómetros de Paraná, un día antes del Día del Maestro.
La directora de la Escuela Primaria Nº 5 Centenario, Beatriz Maciel, encolerizó, y utilizó un lenguaje soez para referirse a un grupo de alumnos. Los padres se enteraron y estalló la ira entre ellos. Según contaron los chicos a sus padres, la directora les dijo cosas así: “Sos una pendeja de mierda por venir con las uñas pintadas”; y también esto otro: “Son unos maleducados todos, mocosos, insoportables”.
Pero la violencia suele ocurrir en el otro extremo, entre los chicos. O desde los chicos hacia los maestros. Sucedió en la Escuela Normal José María Torres, de Paraná, donde un alumno de cuarto grado lanzó una patada a su maestra. Lo contó la directora del nivel primario, Liliana Domínguez Barón.
Dijo: “Fue a la salida. El maestro estaba conversando con la mamá cuando recibió una patada. Enseguida tomamos nota de esto y hablamos con los papás. La mamá acepta el hecho, porque estaba presente”.
ESTOS TIEMPOS. Nadie acepta que haya más casos de violencia en las escuelas, sobre todo en las escuelas primarias, que es donde más sorprenden los hechos, pero los hay.
No por nada el Consejo General de Educación (CGE) puso en marcha este año los acuerdos de convivencia, que se aplicaban sólo en las escuelas secundarias, también en las de primaria.
Y particularmente, el modo “pacífico” de resolución de conflictos, sin recurrir a medidas disciplinarias, que es el eje de este tipo de reglamentaciones. La resolución Nº 1.020 del CGE, que dio forma a esos acuerdos, expresa que “existe una estrecha relación entre la práctica democrática y el tratamiento de los conflictos”. Y agrega: “En este sentido entendemos a la mediación como expresión de compromiso en la búsqueda de solución de los conflictos, para reconocer nuestras obligaciones como integrantes de la comunidad, protagonistas y autónomos”.
El esquema propone que las medidas que disponga la autoridad escolar ante un hecho de violencia no sean aplicadas “en sentido punitivo, como castigo o sólo la inhibición de una conducta, sino que deben tender a una reflexión sobre la trasgresión y generar un cambio en la actitud del alumno/a, la transformación de la conducta y la concientización para que las faltas no se vuelvan a reiterar”.
Roque Caviglia, director departamental de Educación de Paraná, no se muestra alarmado por los casos de violencia, aunque admite que “hay un crecimiento en el porcentaje, pero que no es significativo”. De todos modos, se sorprende por el hecho de que aparezcan en escuelas primarias, algo que no era corriente.
NO SÓLO VIRTUAL. Los enconos a veces se generan en las redes sociales, y se llevan al mundo real del modo más violento.
Se ningunean, se denigran, se violentan, se enfrentan unos con otros desde Facebook, y ese es territorio que mejor les cabe a los chicos.
Ocurrió hace quince días en una escuela secundaria de Paraná.
Patricia Politi, rectora de la Escuela Secundaria Nº 36 Capitán General Justo José de Urquiza, contó el caso que ocurrió cerca de ese establecimiento: alumnos de otras escuelas se convocaron a través de las redes sociales para “ajustar cuentas” fuera del edificio escolar.
Alertadas las autoridades, hicieron intervenir a la Policía, y el caso no pasó a mayores.
Aunque Irina Chausovksy, del centro de mediación de la Defensoría del Pueblo de Paraná, dice que las redes con frecuencia son usadas de ese modo por los jóvenes.
“Las redes potencian todo, aún cuando se podrían usar para cosas mejores, y de hecho se las usa para eso. Pero es cierto que se usa Facebook para insultar, para agredir, para denigrar. Y tratar con las redes a veces se complica. Pero es con la realidad con la que nos toca trabajar, y trabajamos. Es una nueva forma del rumor; acá el rumor, que antes iba de boca en boca, se viraliza, y se masifican”.
La Defensoría, a través de su centro de mediación, acude con frecuencia a las escuelas a tratar asuntos que tienen que ver con la conviviencia, y sigue este camino: van convocados por los directivos, pero antes de intervenir, consiguen autorización de los padres, y, después, buscan el consentimiento de los alumnos. “Desde lo más simple, como la sustracción de algo, hasta los hechos de violencia, todo es conversable”, asegura.
La directora de la Escuela Normal acepta que los hechos de violencia se acrecientan, y que eso es común a varias escuelas. “No es algo puntual de nuestra escuela; se ve reflejado también en otras escuelas. Y cuando sucede, lo abordamos de la mejor forma que podemos, siempre en pos del alumno, que tiene que estar bien y resguardado, protegido, para que pueda aprender, que es a lo que viene a la escuela”, señala.

Cómo
Los acuerdos de convivencia que aplican las escuelas primarias deben respetar, dicen en el Consejo de Educación, el principio de que ante toda falta, se apliquen medidas educativas, y no punitivas.
La resolución Nº 1.020 establece que los acuerdos de convivencia deben favorecer “la participación democrática de la comunidad educativa en su diseño, ejecución y resolución”; deben ser elaborados en forma consensuada, y no afectar garantías constitucionales de los niños.
Y deberán regular la convivencia en la comunidad educativa y la preservación del mobiliario y la infraestructura escolar, pero con una salvedad: “La privacidad e intimidad de las personas están exceptuadas de este campo normativo”.
Ante una falta, se aplicarán “medidas educativas”, que se graduarán en función de la falta cometida “con la condición fundamental de ser educativa y de carácter formador”, dice la norma.
“Al considerar medidas educativas en niños o niñas del nivel primario, se habilitará una instancia de diálogo previo y se escuchará el relato de los alumnos involucrados. En caso de trasgresión muy grave a las normas establecidas, las mismas se analizarán en espacios de diálogos circulares con la necesaria participación de la familia”, define.
Nunca se podrá llegar a la expulsión del alumno.

 

Fuente: El Diario