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Las casas de cotillón estarán abiertas hasta el domingo

Faltan pocos días para la gran Fiesta de Disfraces que se realiza en el Acceso Norte. Mientras los organizadores ultiman detalles, los concurrentes y futuros disfrazados ajustan pormenores de sus atuendos. “La gente va llevando cositas para ir dándole forma al disfraz y otros directamente compran un traje completo, es lo que más sale. Si querés un disfraz listo, tenés de 250 pesos para arriba para los varones y de 280 para las mujeres”, contó a EL DIARIO Fabián, vendedor de una casa de cotillón de Paraná.
o_1439352453Como siempre pasa suele haber pedidos raros, como unos cuernos de minotauro gigantes o plumas de pavo real. “La fiesta es significativa para nosotros. Se vende bastante bien. Estamos vendiendo unos 10 disfraces por día y varias cosas para pintarse y pelucas”, narró el comerciante, que desde que salieron a la venta las entradas viaja permanentemente para abastecerse, principalmente a Buenos Aires.
Los que apelan a las máscaras, entre los clásicos se suelen contar a las de Eduardo Duhalde, Marcelo Tinelli, Ricardo Fort, Cristina Kirchner o Lilita Carrió.
La casa de cotillón donde trabaja estará abierto al público el domingo en horario corrido, es decir de 8 a 20.
Gastón, otro vendedor del mismo ramo contó a esta Hoja que “el día que largaron la venta de entradas ya había gente consultando por pelucas. Se llevan desde pinturitas de 10 pesos a disfraces de 300”. Entre las novedades, está la careta del Papa Francisco. También hay quienes prefieren combinar: un antifaz de Carlos Menem con una vestimenta de presidiario, por ejemplo. Gastón también adelantó que el domingo, día de la fiesta, tendrá las puertas abiertas del comercio.

Motu proprio.
Virginia, para armar su disfraz, tuvo que acudir a la selección de telas, aerosol y pinturas para la cara. “Pesos más pesos menos, llevo invertidos unos 500 pesos, porque tuve que hacerme el disfraz con una modista que incluso me sugirió telas más económicas”, contó a EL DIARIO. Y agregó: “A este disfraz lo repito el año que viene, la inversión ya la hice este año”.
Santiago es otro de los que se inclinó por hacer algo artesanal, pero más económico. “Voy disfrazado de ‘WhatsApp’: todo de negro y con un cartón redondo verde con el tilde que lo caracterice y, obviamente, un antifaz”, detalló.
También explicó que está quien se hace el traje con estudiantes de indumentaria; el que se lo pide a la abuela, a la madre o la mujer; y los mismos varones que se le animan a la costura. ¿Qué compran? Todo: desde lo más barato hasta telas con brillo, gasas laminadas, polar para trajes de abrigo, corderitos, pieles, vinílicos brillosos y elastizados. “El tema de los disfraces alquilados es que cuando se juntan cinco o seis y quieren ir de lo mismo no hay tanta cantidad, por eso también se los hacen”, relató. Los clientes son básicamente de Paraná, pero en los últimos días se acercan a comprar también los de afuera.
Según las consultas a las casas se ha vendido más que el año pasado, lo que permite pensar que la concurrencia será mayor.

Viajeros
Un dato que llamó la atención a uno de los vendedores consultado es que gente de localidades cercanas a Paraná lleguen a la ciudad exclusivamente a comprar un disfraz o pelucas y pinturas. “Han venido de Crespo solo para abastecerse de cosas para la fiesta”, dijo, sorprendido. Lo mismo sucede con gente que se viene días antes a Paraná de lugares como San Juan y que prefiere elegir acá lo que se va a poner para la fiesta.

Fuente: EL Diario