Los barrios más afectados por el diluvio de este martes fueron Aatra, 117 viviendas, El Sol, San Agustín, Parque Industrial, Los Misioneros y Municipal. A su vez, una de las situaciones más críticas se vivieron en la intersección de Jorge Newbery y Soldado Bordón, en la zona de la Base Aérea, donde las aguas de la cuenca del Antoñico salieron de cauce y afectaron a muchos hogares. Los afectados de esa zona pidieron al Municipio la presencia de una retroexcavadora para despejar el terreno y acelerar el drenaje. Sin embargo, desde Protección Civil, sostuvieron que no es posible que ese tipo de maquinaria trabaje en un terreno anegado. Por lo tanto, será necesario el transcurso de varios días hasta que el suelo se estabilice y así poder avanzar sobre las malezas y los obstáculos.
El subdirector del área mencionada, José Luis Meiniers, contó a EL DIARIO que durante la mañana de este martes recibieron alrededor de 200 llamados telefónicos requiriendo asistencia. Los pedidos eran de ropa, colchones y chapas. Las primeras peticiones se registraron alrededor de las 5:30, momento en que comenzó el aguacero.
El trabajo de las cuadrillas consistió en ayudar a las personas a salir de sus casas anegadas; principalmente, en aquellos casos en que no podían hacerlo por sus propios medios. Al mismo tiempo, se realizó un relevamiento de los afectados.
En declaraciones periodísticas, Meiniers insistió en que se eviten los asentamientos a la vera de los arroyos.
Otras zonas afectas fueron Anacleto Medina, Santa Lucía, Los Hornos, Las Flores, Bajada Grande, Pirola y 33 orientales. En esta última barriada actuaron fuerzas de seguridad para rescatar a una mujer en sillas de ruedas.
En las cuatro horas que duró la temporal se registraron 84,6 milímetros, según se informó a EL DIARIO desde la Dirección de Hidráulica de Entre Ríos.
También hubo mangas de granizo hacia el sur. Cerca del mediodía, una vez concluida la lluvia, descendió la temperatura y se intensificó el viento. Esto último dificultó los trabajos de asistencia, según consignó Meiniers.
Testimonios. Ante el fenómeno climático y las inundaciones, los ciudadanos publicaron fotos y videos en las redes sociales. Algunos se quejaban de las dificultades en el escurrimiento de las calzadas. Por ejemplo, en uno de los “posteos” se solicitaba que los vehículos transiten despacio sobre avenida Almafuerte, en el tramo entre 3 de Febrero y Ayacucho, porque el agua ingresaba a las casas y a los locales comerciales.
“Por favor respeten nuestra situación. Circulen despacio, porque nos inundan enteros y a la Municipalidad, que corte la calle, es una locura que dejen transitar por acá” manifestó una usuaria de Facebook.
En otro muro se leía que “las calles de Paraná en menos de 5 minutos así quedaron. 25 de junio y Santiago del Estero”. Estas palabras eran acompañadas de imágenes que mostraban el agua cubriendo de la superficie urbana de una vereda a la otra.
Otro testimonio: “buen día, así está la zona de la Base Aérea por desborde de arroyo. Siempre pasó lo mismo con este tema. Ojala lo vean las autoridades”.
Para destacar
Árbol. A diferencia de las grandes tormentas del verano pasado, no hubo gran cantidad de árboles derribados por el viento. Uno de los pocos ejemplares que cayó fue en la esquina de las calles 3 de Febrero y Pérez Colman donde estuvo cortado el tránsito.
Correntada. En calle Misiones la fuerza del agua arrastró un auto estacionado y algunos contenedores de basura.
La Comuna debió salir a paliar los efectos del temporal
Desde la madrugada dependencias comunales estuvieron alertas ante la inminente lluvia y viento que se desató a las 5.30. Se atendieron familias afectadas por el desborde del arroyo Antoñico. No hubo voladura de techos. Se asistió a los barrios más comprometidos por el anegamiento de casas. No habría más lluvias, pero persistirá el fuerte viento y el frío.
La Municipalidad de Paraná encaró desde la madrugada de este martes un operativo preventivo y luego dispuso de diversas cuadrillas para atender las consecuencias del temporal que se inició a las 5.30. Según el subdirector de Protección Civil, José Luis Meiniers, precisó que “a las 5 empezamos a trabajar de manera preventiva, porque ya contábamos con información del Servicio Meteorológico de que se aproximaba un frente de lluvia y tormenta eléctrica acompañada de granizo. A las 5.30 se inició la lluvia, que se extendió por tres horas en forma ininterrumpida cayendo 60 milímetros. Granizo solo se registró en una zona de San Agustín. Lo que cambió luego desde las 8 es que se desató la tormenta eléctrica y el fuerte viento que fue creciendo en fuerza hacia la media mañana. Esto último es lo que más nos preocupó porque es lo que provoca voladura de techos, que finalmente no hubo”.
El panorama se mantuvo controlado, pese al reclamo continuo de los vecinos: “El número 103 de Protección Civil colapsó en determinado momento; no obstante atendimos 170 llamados, era cortar y atender, todo el tiempo. Desde Protección Civil siempre recalcamos que asistimos primero a quienes se ven afectados con el ingreso de agua a sus casas o caída de árboles o cables que produzcan riesgos, atendiendo a situaciones críticas de las personas”.
Agregó: “Cayeron 60 milímetros en las primeras tres horas, con lo cual se torna muy difícil que el agua pueda correr y provocó anegamientos, formando lagunas, sumado a esto que se desbordó el arroyo Antoñico de manera impresionante”.
El funcionario dijo que “ahora el trabajo que vendrá en las zonas donde prácticamente se formó una laguna y el agua no corre, es esperar que baje el arroyo y se canalice esa agua para luego ingresar con la retroexcavadora que es lo que están pidiendo familias que habitan esos barrios.
El trabajo se realizó con cuatro cuadrillas, atendiendo además los barrios San Agustín, Santa Lucía, Los Hornos, El Sol y Las Flores y se asistió a familias en zona de calle Luis Palma, División Los Andes y Anacleto Medina. Se hizo un trabajo conjunto con Bomberos Voluntarios, Seguridad del municipio y Defensa Civil de la Provincia. Respecto de cómo seguirá el tiempo, se anuncia que puede haber alguna garúa en lo que resta del día, pero no lluvia intensa y se anuncia que para mañana seguirá el frío y se mantendrá el fuerte viento.
Un día como hoy
Hace tres años, exactamente, Paraná sufrió las consecuencias de una lluvia similar a la de este martes. El 1 de noviembre de 2013, un día viernes, un intenso aguacero se precipitó sobre la capital entrerriana. La gran cantidad de lluvia caída en menos de una hora hizo que se acumulara una importante cantidad de agua en las calles, lo que generó dificultades en el tránsito en momentos en que mucha gente se disponía a concurrir a sus lugares de trabajo. Si bien el Servicio Meteorológico había emitido el cese del alerta por tormentas, se anunciaba que las lluvias más intensas se producirían en Entre Ríos durante esa jornada. A raíz de la lluvia, en Defensa Civil municipal, cuyos trabajadores se encontraban en guardia desde la víspera, comenzaron a recibir pedidos de ayuda, fundamentalmente por anegamientos de viviendas en zonas bajas de la ciudad.
La Provincia también asistió
El gobierno de Entre Ríos, a través del Ministerio de Desarrollo Social, anunció que mantiene constante comunicación con los municipios a fin relevar necesidades y brindar la asistencia necesaria para paliar las necesidades de las familias afectadas por el temporal registrado esta mañana.
En este marco, la ministra de Desarrollo Social de la provincia, Laura Stratta indicó que “los lugares más complicados por las lluvias han sido Paraná y San Benito, donde hay varios barrios afectados y María Grande, donde se registró caída de granizo. No podemos precisar un número de familias afectadas porque estamos trabajando para relevar cada situación”. En este sentido, Stratta resaltó el trabajo en conjunto con los municipios, “a fin de establecer un relevamiento, lo más rápido posible, para poder generar una respuesta inmediata porque las familias no pasen tiempo con sus cosas mojadas. Estamos en contacto con todas estas referencias, para hacer frente a las necesidades”.
Asimismo la ministra manifestó que “si bien Paraná y Paraná campaña son los más complicados, conjuntamente con Diamante, también se habló con otros municipios de la provincia, donde hasta el momento no hay inconvenientes”.