«Las estimaciones correspondientes para los síntomas prolongados de Covid lo suficientemente graves como para provocar una limitación de las actividades cotidianas fueron del 5,5% y el 8,7%«, para vacunados y no vacunados respectivamente.
En el trabajo «no hubo evidencia estadística de que la relación entre el estado de vacunación en el momento de la infección y la probabilidad de informar síntomas prolongados de Covid difiriera según si los participantes recibieron vacunas de vector de adenovirus (Oxford/AstraZeneca) o ARNm (Pfizer/BioNTech o Moderna)«.
No obstante, el informe señaló que «este análisis se basó en datos hasta el 30 de noviembre de 2021, se necesita un tiempo de seguimiento más largo para evaluar el impacto de las dosis de refuerzo y la variante Ómicron»
Y añadió que «además, la naturaleza observacional del análisis significa que no podemos decir si la vacunación contra el Covid-19 causó cambios posteriores en la probabilidad de autoinforme de Covid prolongado».
En ese contexto, los autores señalaron que «Long Covid (o Covid prolongado) es un fenómeno emergente que aún no se comprende completamente. Las estimaciones presentadas en este comunicado son experimentales; se trata de una serie de estadísticas que se encuentran en fase de prueba y aún no totalmente desarrolladas».