Uno de los elementos principales de la nueva ley es la reducción gradual en cinco años de la alícuota del impuesto a las Ganancias para dividendos no distribuidos de las empresas (del 35% actual al 25% en 2021) y la posibilidad de computar el pago del Impuesto al Cheque a cuenta de Ganancias.
También plantea la devolución anticipada de los saldos a favor del IVA por las inversiones que hagan las compañías.
El punto más novedoso es que se gravará la renta financiera: los activos financieros denominados en moneda extranjera o indexados a la inflación pasarán a estar gravados al 15%, mientras que las ganancias no distribuidas de las compañías pasarán a estar gravadas al 25%.
Respecto de la reducción de los aportes patronales, el proyecto establece que las empresas no los pagarán hasta una remuneración bruta de 12 mil pesos para 2022 (ajustado a la inflación que haya en ese entonces).
La reforma establece que el impuesto para las bebidas espirituosas pasará del 20 al 26%, mientras que las cervezas pasarán del 8 al 14%, a excepción de las artesanales, para las que se mantendrá el impuesto del 8%.
Otro aspecto que introduce el proyecto es la eliminación del impuesto a las transacciones inmobiliarias, en tanto que pasarán a gravarse las ganancias de capital en las viviendas que no correspondan a uso familiar.
Por otro lado, a pedido de la gobernadora fueguina, Rosana Bertone, se dejó finalmente sin efecto la eliminación inmediata de impuestos internos a la venta de productos electrónicos que no se fabriquen en la provincia austral y a los autos y motos de gama media.
En cambio, el proyecto propone una reducción escalonada de dichos impuestos: a partir de enero estos productos tributarán el 10,5% hasta llegar al 2% en el 2023.
Impuesto al cheque
Como todos los años, el Congreso aprobó también la prórroga del impuesto sobre los créditos y débitos bancarios, conocido como impuesto al cheque que, en este caso, fue además modificado para destinar la recaudación al sistema previsional.