El australiano Brenton Tarrant de 28 años de edad, un racista, admirador de Donald Trump y feroz islamofóbico, fue el único autor del atentado contra dos mezquitas en esta localidad de Nueva Zelanda que causó 49 muertos.
El individuo asesinó a la mayoría de esas personas mientras oraba en la primera de las mezquitas, Al Noor, donde mató a 41 personas, incluyendo chicos. Luego se subió a su automóvil, recorrió los 5,5 km que lo separaban del otro templo, la mezquita de Linwood, y allí volvió a disparar indiscriminadamente. Dejó otras 8 víctimas fatales y más de 40 heridos.

Según la policía, Tarrant venía preparando el asalto desde hacía dos años. En un manifiesto de 74 páginas, titulado «La gran sustitución» el asesino se describe a si mismo como un «etno-nacionalista eco fascista». Arengó que «solo soy un hombre blanco común, de una familia normal que ha decidido tomar una postura para asegurar el futuro de su gente». Allí expresa un elogio a Trump, a quien considera un «símbolo de una identidad blanca renovada» y repudia el multiculturalismo y la inmigración.
También utiliza una ametralladora con inscripciones que aluden a batallas históricas contra musulmanes. Entre ellas una en armenio que recuerda a la batalla de Sarigamish, entre Rusia y el Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial que resultó en una contundente victoria moscovita.

La Policía había bloqueado el centro de la ciudad, situada en la Isla Sur neozelandesa y ordenó cerrar escuelas. En Auckland enviaron oficiales a todas las mezquitas de la región como medida de precaución.
De los otros tres arrestados, las autoridades indicaron que dos de ellos estaban en posesión de armas y se investiga su implicancia en el suceso. Se espera que declaren ante la justicia este sábado.
La policía de Nueva Zelanda describió las imágenes grabadas por el atacante como «extremadamente perturbadoras» y advirtió a internautas que podrían recibir hasta 10 años de prisión por compartirlas. Hubo un clamor mundial para que los medios no las difundan para evitar promocionar el crimen.

En el manifiesto, Tarrant dice que fue a Nueva Zelanda sólo para planear el golpe y cometer los ataques. Explicó que eligió ese país para mostrar que incluso las regiones más remotas del globo no estaban exentas de «inmigración masiva». Agregó que no es parte de ninguna organización, pero que había donado dinero e interactuado con numerosos grupos nacionalistas, aunque aclaró que actuó solo y que no recibió órdenes de nadie. Dijo que sus blancos iban a ser las mezquitas de Christchurch y del suburbio de Linwood, y que también atacaría otra mezquita en la ciudad de Ashburton si podía llegar allí.