Pasaron las lesiones, muchos goles pese a no haber sido su mejor temporada con Barcelona, una pila de partidos, desgaste mental y físico. Por eso, es vital que Lionel Messi, al igual que sus compañeros de equipo en la Selección, recarguen energías para estar al ciento por ciento cuando arranquen los preparativos para la Copa del Mundo. El lunes, el plantel se encontrará en Ezeiza y pondrá inicio al sueño que desvela a todo un país. Hasta ese día, estarán liberados.
Por eso, no fue extraño ver a Lionel Messi paseándose por su Rosario natal, donde descansa en cada tiempo libre del que dispone. Tomó el desayuno en un bar que está situado cerca del Monumento a la Bandera, junto a su hijo Thiago y su mujer, Antonella Rocuzzo, y como en cada lugar público, recibe el saludo afectivo de cada fanático que lo tiene como ídolo. En sus pagos, no fue la excepción.
Un hombre le pidió una foto, intercambió un par de palabras y pidió en la barra un fixture de mano del Mundial de Brasil. Justo ahí, le pidió que colocara su firma, a la que acompañó con una frase que resonará hasta que levante el trofeo o sea eliminado: «Prometo traerla». Sí, justo con la copa tan anhelada de fondo y los casilleros de los finalistas para completar… ¿Se dará?
Next Post