A las 8 de la mañana sonó la largada y miles de personas con remeras rojas se lanzaron a correr sobre el puente Rosario-Victoria, en el tradicional maratón que por séptima edición une ambas ciudades.
La colorida competición constó de dos instancias: una prueba de 21 kilómetros y una integrativa de 11.
Pese al clima, que estuvo dificil desde temprano fueron muchas las personas que se acercaron a la zona norte de la ciudad para participar de lo que es una tradición en Rosario.