La primera vez que se concretó este recorrido fue en octubre de 1982, cuando Jorge Quiroz y Amelio Rodríguez emprendieron la aventura de llegar a pie hasta la ermita de la Virgen de Schoenstatt, sin imaginar que este hecho sería el principio de una peregrinación masiva, en la participa gente de todas lasa edades para agradecer o pedir un favor.
“Es un sacrificio enorme que solo quienes lo realizan saben qué significa esa sensación”, contó Miriam, quien se sumó por primera vez en 2010, cuando ella y su esposo estaban desocupados.
“Mi marido se había quedado sin empleo y yo tampoco conseguía nada. Estábamos pasando por un momento difícil en lo económico. Solo pude llegar hasta Sauce Montrull, no la pude terminar, pero justo a los pocos días encontró un trabajo”, añadió, a la vez que relató que al año siguiente sí pudo completar el recorrido, como muestras de agradecimiento”.
“Es un gran acto de fe, la gente la termina igual, con lluvia, con calor, con el cansancio en el cuerpo y ampollas en los pies. Nada importa cuando se trata de demostrar la fe que uno siente”.
Por su parte, Héctor María Aquino, más conocido en Hasenkamp como Chiche, recordó que durante las primeras veces no nos planteamos que esto pudiese crecer tanto hasta convertirse en la Peregrinación de los Pueblos. Yo me sumé en el segundo año que se hizo, porque pertenecía al mismo grupo que quienes iniciaron esto. En esa época íbamos al secundario y al ver la magnitud que fue cobrando este hecho y lo bien que le hace a la gente que participa lo incorporamos como parte de nuestras vidas”.
Hoy en día Chiche es una de las 600 personas que trabaja en la organización que se ocupa de que todo salga bien. “Son varias las áreas que se constituyen para atender cada detalle: los que tiene que ver son los servidores, el sonido, el estacionamiento, el traslado, la faceta espiritual y la salud de quienes están caminando”, expresó orgulloso, concluyendo: “Vivimos con gran expectativa y emoción que se cumplan los 30 años y sabemos que serán muchos más. Nos encomendamos a la Mater, como nosotros le decimos, y festejamos que cada vez más gente responda a esta convocatoria. Este año ya va mi nieta y eso es una gran satisfacción, porque los jóvenes se suman a esta gran muestra de fe que trasciende la religión católica”.
Fuente: Once