Llegado el momento de volver, Messi le ofreció a Suli una moto de agua para alcanzar la costa, pero él, lejos de aceptar, decidió volver de la misma que había llegado: nadando.
El dato de color es que, una vez que Messi volvió a tierra firme, divisó a Suli y volvió a saludarlo. Abusando de su gentileza, el fanático le pidió al rosarino que se sacara una foto con el amigo que se había quedado en la orilla. Y el capitán de la Selección argentina, una vez más, accedió.
Un joven de 24 años no quiso perder la oportunidad de su vida y nadó 20 minutos hasta el yate donde el rosarino descansaba con su familia. El astro lo recibió con los brazos abiertos. Conocé su historia.
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