El presidente estadounidense, Barack Obama, recibirá hoy en la Casa Blanca a los principales líderes legislativos republicanos y demócratas para abordar la paralización parcial de la administración federal por falta de acuerdo político en torno a una ley de presupuesto.
A dos días del inicio de la parálisis, que obligó a cerrar museos, monumentos e hizo que 800.000 empleados estatales tuvieran que quedarse en sus casas sin percibir salarios, la Casa Blanca indicó que en la reunión se abordará también el tema del techo de la deuda, cuyo límite se alcanzará el 17 de octubre.
Si no se lograra un acuerdo entre el gobierno y el Congreso para aumentar ese techo de la deuda, el país se verá caería en una suspensión de pagos, situación que, según los analistas, afectaría muy negativamente a la economía de todo el mundo.
A horas de la reunión, el vocero de la Casa Blanca dijo que Obama no negociará con los republicanos bajo la «amenaza» de un cierre indefinido de la Administración federal o de la suspensión de pagos si no se logra un acuerdo para elevar el techo de la deuda.
Obama «solo está pidiendo que el Congreso cumpla con sus obligaciones», afirmó Jay Carney en su rueda de prensa diaria, y esa postura es la que mantendrá hoy durante su reunión en la Casa Blanca con los líderes del Capitolio a partir de las 17.30 (las 18.30 en Argentina).
La paralización parcial de la administración se inició el 1 de octubre, después de que los republicanos se negaron a respaldar el presupuesto si no se suspendía la reforma demócrata de cobertura médica
El portavoz criticó a los republicanos por tener «de rehén al gobierno y a la economía» al haber provocado el «cierre del gobierno», algo que no ocurría desde 1996.
Al encuentro asistirán el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, y el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, además de los líderes de la minoría republicana de ambas cámaras, el opositor Mitch McConnell y la oficialista Nancy Pelosi.
En la reunión también estará presente el secretario del Tesoro, Jack Lew, quien alertará a los legisladores del impacto de la amenaza de la suspensión de pagos.
El Congreso debe aprobar el aumento de ese techo «sin demora ni dramas», insistió Carney, citado por la agencia de noticias EFE.
«No queremos ni siquiera contemplar lo catastrófica que sería una suspensión de pagos», añadió.
El portavoz de Boehner, Brendan Buck, indicó en Twitter que espera que la reunión con Obama sea el inicio de unas «conversaciones serias» entre ambos partidos para resolver esta nueva crisis presupuestaria.
La paralización parcial de la administración se inició el 1 de octubre, después de que los republicanos se negaron a respaldar el presupuesto si no se suspendía la reforma demócrata para otorgar cobertura médica a todos los estadounidenses.
El ala más conservadora de los republicanos, fundamentalmente el movimiento Tea Party, busca condicionar esa financiación a retrasos en la aplicación de la reforma sanitaria, algo que rechazan los demócratas y el propio Obama.
Después de que la Casa Blanca anunciara hoy que Obama canceló parte de la gira por Asia que realizará a partir de este sábado debido a esta crisis presupuestaria, Carney reiteró que el presidente «tiene la intención» de hacer ese viaje, que le llevará a Indonesia y Brunei.
Ese viaje «es importante», enfatizó el portavoz, quien rehusó especular sobre si se cancelará en su totalidad si la Administración sigue cerrada el sábado, día en que Obama debe partir.
El presidente se reunió hoy a puerta cerrada en la Casa Blanca con 14 directores ejecutivos de las mayores firmas financieras del país.
Al término de ese encuentro, el consejero delegado del banco Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, explicó a los periodistas que hubo un «consenso» acerca de evitar cualquier situación que «dañe» la recuperación económica de Estados Unidos.
En el país «hay precedentes de un cierre de la Administración. Pero no hay precedentes de una suspensión de pagos», advirtió Blankfein.