El Superclásico de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores fue suspendido antes de comenzar el segundo tiempo ydespués de una hora de cabildeos, a instancias del árbitro Darío Herrera, quien tomó la resolución luego de consultar con las autoridades de la Conmebol, tras la agresión con gas pimienta sufrida por cuatro jugadores de River Plate desde la tribuna baja de Boca Juniors, cuando el encuentro se encontraba igualado sin goles.
Este papelón histórico se prolongó incluso después de consumada la medida, habida cuenta de que los jugadores boquenses se acomodaron como para seguir el partido y los de River no podían retirarse a los vestuarios porque carecían de una manga por donde hacerlo.
Si hay continuidad o no, lo decidirá el Tribunal de Disciplina de la Conmebol, con la prontitud necesaria a partir de que los cuartos de final se llevarán a cabo desde la semana próxima.
En el medio, conatos de agresión entre el presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, con Rodolfo Arruabarrena y de este insultando a su colega Marcelo Gallardo, mientras Ramiro Funes Mori, Leonardo Ponzio, Matías Kranevitter y Leonel Vangioni mostraban sus espaldas enrojecidas y sus ojos extremadamente irritados.