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Pareja golpeada por vecino pide acción de la Justicia tras múltiples denuncias

o_1471262638 (1)Ellos aseguran que ya perdieron la cuenta de la cantidad de denuncias que existen en contra de un violento vecino que, según su relato, no los deja vivir en paz.
La pareja que habló con El Diario denuncia que sido sistemáticamente víctima de acoso y agresión por parte de un lindante a su domicilio. Y cuentan que historia comenzó hace unos cuatro años, a raíz que el vecino se vio frustrado al intentar conquista a la joven mujer. El hombre a quien acusan está obsesionado con ella, y su ira es imparable luego que quisiera infructuosamente convencer a la mujer de intimar con él.

Gabriel Gabás y Bettiana Butus viven en barrio 9 de Julio de Paraná. Ellos son los denunciantes y protagonistas de esta historia de violencia que decidieron hacer conocer públicamente ya que consideran se han agotado todos los canales policiales y judiciales, sin obtener un pedido que anhelan y claman: nada más no nada menos que vivir tranquilos.
«Es un viejo psicópata, degenerado; no tengo otro término para calificar a esta persona que vive casa de por medio con la nuestra», comenzó diciendo Gabriel, mientras muestras las evidencias claras de un brutal corte sobre su cuero cabelludo que aún se mantiene fresco.
«Esta es una historia que venimos arrastrando como víctimas hace aproximadamente cuatro años. Es un tipo que está totalmente obsesionado con mi señora», dijo sin poder disimular su bronca la pareja de Bettiana.

Ella ratificó esta afirmación y agregó «Es así, y por este motivo, oportunamente logramos un amparo judicial para que este hombre no se nos acerque y deje de molestarnos, pero él no se detiene, no para por ningún motivo. Después de múltiples situaciones, este viernes pasado, cuando yo llegaba de mi trabajo se acercó al frente de nuestra casa, como siempre, buscando faltar al respeto de cualquier forma. Llegó un momento en que mi tolerancia tuvo un límite y le grité que se fuera y eso fue el detonante para que agarrara una gruesa rama de un árbol y (a golpes) nos rompió la cabeza a golpes a mi y a mi marido cuando me quiso defender», afirmó la señora.
Claramente ofuscada, Bettiana se quejó diciendo: «Yo no se qué es lo que hay que esperar. Me pregunto si tiene que existir algo mayor en cuanto a lesiones para que la Policía actúe o al menos haga algo más que llegar a nuestra puerta y después irse, sin que puedan echarle mano a este señor», reclamó Bettiana.

Atracción fatal

La víctima sostiene que el móvil de las agresiones del su vecino son una obsesión enfermiza. «Perdí la cuenta de la cantidad de denuncias que hemos hecho. Pero con todas las copias nos vamos a ir esta semana a la Justicia a reclamar, porque esto no puede seguir así. Tengo a todos mis vecinos como testigos de lo que estamos diciendo y en un momento llegamos hasta tener la necesidad de juntar firmas para pedir que la persona que le alquila en esa cuadra le exija que se vaya», adelantó.

Por su parte, Gabriel sorprendió brindar mayores detalles de su agresor. «No es un hombre que vive solo; tiene a su esposa y tienen una hija y aún así hace lo que hace y persigue a mi mujer. Aunque parezca increíble la esposa de este sujeto lo apaña y lo defiende. El viernes, después que nos golpeó, llegó la Policía y ella lo ayudó a esconderse adentro de la casa y no sé que le dirá el a su mujer para convencerla de que los malos de la película somos nosotros», lanzó.

Para argumentar lo que ellos entienden por lo que califican como «obsesión», Bettiana contó que el comienzo de todo este problema se puede situar «un día de lluvia que yo vuelvo de mi trabajo a mi casa. Ese día regresaba caminando, y él venía en su bicicleta y se me puso a la par y me hacía insinuaciones, me invita a salir. Yo no me quise quedar callada con lo ocurrido, porque él sabía que yo tenía a mi pareja y entonces me fui directo a hablar con su mujer, para que esto no volviera a suceder. Ella, en lugar de molestarse, lo excusó, diciendo que era una persona que tenía problemas, que cuando era joven tuvo una lesión en la cabeza y que tenía esas actitudes. Lo único que sabemos de él es que vive ahí y que trabaja en albañilería, y no nos interesa su vida, solo que nos deje vivir la nuestra», sentenció.

Diligencias

Bettiana y Gabriel anunciaron que esta semana a solicitarán una audiencia en Tribunales. Es que están «cansados de que la Policía nos de excusas», dijeron.
«Cada vez que tenemos algún problema, cuando nos agrede y los llamamos, (los policías) se desentienden aduciendo que el juez les dijo que dejen las cosas así o que simplemente denunciemos. Yo no puedo entender que el viernes hayamos terminado mi mujer y yo bañados en sangre, lastimados, y que la Policía se fuera y nos diga que no podían hacer nada porque el agresor alcanzó a meterse en la casa«, dijo Gabás.

Comparación con magistrada

Los agredidos compararon la violenta situación que le tocó vivir a mediados de julio pasado a la jueza del Superior Tribunal de Justicia, Susana Medina de Rizzo, cuando una mujer fue inmediatamente detenida por agredirla a pocos metros de su casa. «No sé si tendrá que ver la forma de actuar de cada comisaría, en este caso a nosotros nos toca la Comisaría Tercera por jurisdicción. O será que nosotros somos personas de otra categoría, pero lo que sí sabemos es que ni la Policía, ni la Justicia nos está brindando la posibilidad de sentirnos seguros frente a constantes agresiones. Además, cuando fuimos los dos lastimados a denunciar lo ocurrido, a mi me tomaron la denuncia y a mi mujer no le quisieron tomar, porque dijeron que una era suficiente», comentó Gabriel.

Hecho público

Bettiana y Gabriel se quejaron que tienen que estar entrando y saliendo de su casa «rogando no tener que cruzarnos con este sujeto y él anda libre para todos lados. Cuando nos enojamos y dijimos en la comisaría que íbamos a reclamar en Tribunales nos pidieron que no vayamos, que les demos tiempo que ellos iban a tratar de solucionar el tema, pero ya nos cansamos, ya son cuatro años y no han hecho nada. Por esto es que decidimos ya hacer público lo que nos está sucediendo», remataron.