La condena que recibió Silvio Díaz, el conductor que atropelló y mató a un niño de 6 años frente a la Escuela Del Centenario de Paraná, generó el rechazo de los familiares de la víctima y también un amplio repudio social. El imputado por la tragedia ocurrida en junio pasado recibió la pena de 8 años y 4 meses de prisión, de cumplimiento efectivo, en el marco de un juicio abreviado que se resolvió este lunes. La sentencia fue producto de un acuerdo entre la fiscalía y la defensa de Díaz, quien fue responsabilizado por homicidio doloso.
EL DIARIO publicó ayer la opinión del presidente de la Asociación Civil Luchemos por la Vida, la reconocida ONG nacional dedicada a la prevención de accidentes de tránsito en el país. El titular de la organización, el abogado Alberto Silveira, admitió que la condena conocida este lunes en Paraná “es la más alta del país” para el caso de una tragedia de tránsito y que la misma “no tiene antecedentes”, ni siquiera en sucesos emblemáticos como los casos de Sebastián Cabello y de La Hiena Barrios, quienes recibieron penas menores por hechos similares. “Es una pena ejemplar desde el punto de vista de la concientización”, dijo el presidente de Luchemos por la Vida, quien precisó que “no es para nada común que se llegue a una condena por homicidio doloso por un accidente de tránsito”.
“CASO EMBLEMÁTICO”. Otro de los testimonios a los que recurrió EL DIARIO para considerar el juicio abreviado y la sentencia acordada para Silvio Díaz es el de la presidenta de la Asociación de Familiares de Víctimas de Delitos (Vidaer), Carla Cusimano.
Vidaer trabaja desde hace 11 años en la asistencia a los afectados por sucesos trágicos y desde hace 5 años desarrolla campañas de concientización vial, entre ellas las de pintar estrellas amarillas en calles y rutas donde ocurrieron accidentes de tránsito fatales.
Al ser consultada por la reciente condena a Silvio Díaz, Cusimano consideró que “esto tiene dos aspectos” y distinguió: “Una cosa es lo emocional y otra es la realidad que nosotros hemosvivido en muchos casos”.
“Una condena no satisface a los familiares, ni a la sociedad. Pero sacando lo emocional, hay una realidad. La calificación que se le dio a esta causa, de homicidio doloso, fue la correcta”, indicó.
Cusimano consideró que “el juicio abreviado es muy útil para determinados tipos de delitos, pero entendemos que no para los homicidios”, aunque indicó que “en este caso, con el juicio abreviado, por lo menos hay una condena segura”.
“En este caso hay una condena, que no es la que los familiares consideran justa, y desde la Asociación compartimos eso, pero desde lo práctico es la condena más alta que se haya dado en la provincia”, destacó la titular de Vidaer.
En el mismo sentido, Cusimano indicó: “En un juicio ordinario puede pasar cualquier cosa, como ha ocurrido en otros casos. Lo más probable es que quieran cambiar la calificación y que bajen la pena, o hasta que sea excarcelable”.
“Acá tenemos una condena segura, aunque no conforme. Los que conocemos las circunstancias que pasamos con la pérdida de nuestros seres queridos, sabemos que ninguna pena nos va a devolver a nuestros familiares, pero encontrar una respuesta en la Justicia es sanador”, manifestó.
Cusimano volvió a sus cuestionamientos sobre el juicio abreviado aplicado a este tipo de casos y al respecto admitió que “es lo que estipula nuestro nuevo Código Procesal”. Sobre el caso Díaz indicó que “se hizo un acuerdo entre la fiscalía y la defensa, por más que se haya opuesto la parte querellante, pero eso no está contemplado en el Código”.
“Cuando el Código estaba en tratamiento, nosotros lo estudiamos y en ese momento planteamos la necesidad de que el querellante tuviera participación activa dentro del acuerdo del juicio abreviado, para que no pase lo que pasó ahora. Nos parece que la víctima tiene que tener una opinión de peso en esto”, expresó.
No obstante esa observación, sobre la sentencia aplicada al responsable de la tragedia ocurrida frente a la Escuela Del Centenario, la presidente de Vidaer reiteró: “Desde la asociación creemos que el monto de la pena podría ser mayor. Pero hay una condena segura, con un monto más o menos ajustado, y con prisión efectiva”.
“En estos procesos judiciales puede pasar cualquier cosa con un juicio común, como pasó con la excarcelación de Silvio Díaz, que quedó en libertad, y era un asesino al volante libre. Después, si hay una condena, que pudo haber sido más alta, algún tribunal de alzada puede considerar que se le baje la pena. Esas cosas pasan”, señaló.
Como presidente de la entidad dedicada a campañas de concientización vial, Cusimano definió al caso Díaz como “emblemático”.
“El caso Díaz es emblemático, tiene todo lo que no se debe hacer en la conducción: conducir alcoholizado, con estupefacientes, en exceso de velocidad, como lo fue a 134 kilómetros por hora en una avenida, frente a una escuela, donde la velocidad máxima es de 20 kilómetros por hora, cruzar semáforos en rojo. Es todo lo que no se debe hacer. Es el desvalor por la vida llevado a la enésima potencia. La falta de amor y de valor hacia la vida, es sin límites lo que hizo esta persona”, describió.
Casos similares en la región
La titular de Vidaer, Carla Cusimano, recordó otros casos similares de tragedias de tránsito ocurridas durante los últimos años en la región y las condenas que recibieron sus responsables.
CASO TREMBECKY. Esteban Trembecky en noviembre de 2010 atropelló y mató a Joel Wignier y Héctor Ramírez, alias Yopy y Nachi (ambos de 16 años). Los dos jóvenes iban en moto por la ruta 12, cerca de San Benito. Al responsable se le aplicó la suspensión de juicio a prueba, se le otorgó la probation. Fue considerado homicidio culposo. “Condenas ha habido, pero en muchos casos se han otorgado probation a los responsables, que en lugar de ir a prisión hacen un trabajo comunitario”, señaló Cusimano sobre este caso.
CASO REY. Félix Alberto Rey conducía a alta velocidad por Avenida de Las Américas y al llegar a Crisólogo Larralde, en Paraná, chocó desde atrás el auto en el que viajaban Daiana Pascal (17) y Graciela Zandomeni (61), en febrero de 2013. Las dos mujeres murieron. El responsable recibió la pena de 4 años de prisión efectiva, por homicidio culposo, en un juicio abreviado. “Iba alcoholizado y a muy alta velocidad, es el caso más similar al de Silvio Díaz”, indicó la titular de Vidaer.
CASO GODOY. Aníbal Godoy, oriundo de Viale, conducía una camioneta por la ruta 12, cerca de Estación Sosa, en noviembre último. Chocó un auto en el que viajaban Matías Rodas (22 años), Cintia Rodas (18 años) y Héctor García (22). Estas tres personas, todas de María Grande, murieron en el lugar. “Se lo juzgó y se lo condenó a 4 años y medio de prisión, fue rápido, en un juicio ordinario, pero todavía está libre porque la sentencia no está firme”, señaló Cusimano.
Fuente: El Diario