La caída del puente agrava dificulta aún más la situación en el día a día. Los vecinos deben planear cómo salir de la localidad para obtener productos en Viale, la ciudad más cercana. Ahora más que nunca, esto se vuelve una odisea.
«Hay personas que no tienen salida para ir a hacer compras. Hay gente que está pasando por circunstancias que duelen mucho», indicó una vecina. La obra sólo tuvo unos meses de utilidad ya que, según afirmó, «en diciembre renovaron la calzada». Diariamente «nos ayudamos entre vecinos para salir, pero a veces no podemos».
Los niños llevan 18 días sin poder asistir a clases. La inundación tuvo además terribles consecuencias para la producción: «El agua ahogó animales, se pudrió el maíz, se perdió la soja. Los tambos no dan leche porque las vacas se estresan», agregó la vecina, según el sitio Seguí Noticias.