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Recolectores cambiaron sus caballos por motocarros

Desprenderse de los caballos no fue fácil para los primeros recuperadores de residuos que se animaron a entregar sus animales a la Municipalidad a cambio de motocarros. La transacción no se redujo al intercambio de una herramienta de trabajo por otra. En la mayoría de los casos, los cartoneros y sus familias mantienen una relación afectiva con los pingos. Por eso es que se vieron ojos brillantes y alguna lágrima al momento en que los equinos fueron subidos ayer por la tarde a un carromato de la División Montada de la Policía de Entre Ríos. Para agregarle un tono casi dramático, el acto de desprendimiento se realizó en un momento de la mañana de ayer en el que caía una suave lluvia. A pesar de lo difícil que pueda significar entregar un animal querido, ocho familias que sobreviven de recolectar residuos se animaron a dar un paso (con algún grado de incertidumbre) en vistas a cambiar los hábitos de su trabajo en el marco del Programa Recuperadores de Derechos que impulsa el municipio para reemplazar los carros “de tracción a sangre” por carros motorizados. En buena medida, el éxito o el fracaso del proyecto municipal dependerá de la buena o mala experiencia que tenga este primer grupo.

Oportunidad. La secretaria de Derechos Humanos, Salud y Educación de la Comuna, Florencia Amore, dijo a EL DIARIO que “este momento significa la aceptación de un cambio y creer en una oportunidad distinta para mejorar la calidad de vida”. A su vez, resaltó que “no es casualidad que la entrega de los caballos se realice antes que la de los motocarros. Es un acto de absoluta confianza en la política que estamos llevando adelante”.
Ayer por la tarde, en la Plaza de la Confederación Argentina sobre calle Corrientes, la intendenta Blanca Osuna finalmente hizo entrega formal de los vehículos motorizados a los recolectores.
Por el momento, se trata de una prueba piloto en la que se contempla la posibilidad de volver atrás con la decisión dentro de los próximos seis meses. La figura legal elegida es la del comodato por ese lapso en el que el caballo queda a cargo de la Municipalidad.

Los primeros. Ángel, del barrio 25 de Junio, fue uno de los que decidió por el cambio. El hombre contó a EL DIARIO que para acceder al trueque realizaron un curso de conducción y debieron rendir un examen para obtener el carné habilitante. Además, asistieron a un curso de mecánica que duró tres meses.
Daniel, del barrio Las Piedras, se enteró a través de su Vecinal del Programa. Con el cambio vislumbraba una posibilidad para mejorar su trabajo.
Además de ellos, también adhirieron a la propuesta Miriam, Luján y Mariela de los barrios La Delfina, San Martín y 4 de junio.
El subsecretario de Zoonosis, Pedro Ríos, indicó a EL DIARIO que los caballos tienen por destino un predio en Oro Verde que fue conseguido a partir de un acuerdo firmado entre la Municipalidad, la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). El cuidado estará a cargo de personal capacitado y se les realizará un seguimiento sanitario.
Los caballos entregados fueron desparasitados, vacunados y se les realizaron análisis para prevenir la anemia infecciosa equina, informó Ríos.
Aquellos animales que se encuentren en mejor estado serán preparados para desarrollar equinoterapia.
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Objetivos
El Programa Recuperadores de Derechos tiene por propósito revertir la vulnerabilidad en que viven los recuperadores de residuos. Entre otros objetivos específicos figuran erradicar el trabajo infantil, garantizar la salud de los equinos, mejorar el tránsito vehicular, promover la finalización de la educación obligatoria y la capacitación en oficios, incrementar la rentabilidad del trabajo, promover la conformación de un mercado formal. La secretaria de Derechos Humanos precisó que “el motocarro es una de las herramientas para mejorar la calidad de vida. Además, estamos gestionando con el Ministerio de Desarrollo Social microcréditos para las personas que quieran dejar de trabajar con los residuos y puedan generar otros emprendimientos”.

AL MARGEN
Censo. Antes del intercambio, la comuna realizó un registro que arrojó que en diez barrios de Paraná existen 153 familias que viven de la recolección. En ese territorio se contabilizaron 250 caballos.El diagnóstico fue hecho para planificar políticas de desarrollo que incluye la preservación del trabajo de los adultos, el seguimiento de la situación de los niños y el cuidado de los animales.

 

Fuente: El Diario