Recomiendan no fumar o abandonar este hábito para prevenir la aparición de enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Quienes padecen EPOC, presentan una dificultad importante en el paso del aire por los bronquios. El coordinador de Prevención de Enfermedades Crónicas No Transmisibles y secretario de Salud de la provincia, Luis Larrateguy, destaca que esta patología provoca la obstrucción de los bronquios “debido a la inflamación” y que esto causa un “aumento en la producción de secreciones y un colapso de la pequeña vía aérea por la destrucción de los tabiques alveolares”.
Los principales síntomas de la EPOC son una sensación de falta de aire o ahogo al andar o aumentar la actividad física; tos y catarro frecuentes y repetidos varias veces al año, sobre todo en los meses de clima frío. Esta nominación incluye dos enfermedades: la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar, que “pueden afectar individualmente o juntas al individuo que padece EPOC, y los síntomas que presente dependerán del predominio de una sobre la otra”. Se diagnostica en edades tardías de la vida, pero su inicio probablemente se presenta desde la época de exposición al factor de riesgo.
Desde la Organización Mundial de la Salud se estima que la EPOC afecta a más de 52 millones de personas, causando la muerte a más de 2,7 millones cada año.
“El 9 por ciento de la población mundial, unas 30 mil personas en nuestra ciudad, padece EPOC entre los 40 y 69 años y se considera que para el año 2020 será la tercera causa de muerte en el mundo, de continuar sin cambios el consumo de tabaco”, evalúa Larrateguy.
Para combatir este flagelo, desde el Ministerio de Salud de Entre Ríos no sólo se desarrollan talleres de cesación tabáquica en efectores sanitarios sino que además se han adquirido y distribuido espirómetros en hospitales de Paraná, Gualeguaychú, Victoria, Nogoyá, Concepción del Uruguay, Concordia, y Colón, establecimientos sanitarios que cuentan con especialistas neumonólogos para su implementación.
Quiénes pueden padecer EPOC
Un paciente con EPOC, es un individuo fumador o ex fumador que durante muchos años tiene tos y producción de esputos (secreciones bronquiales) y que en invierno suele sufrir episodios de bronquitis y cada vez se fatiga (ahoga) más al hacer esfuerzos en su vida diaria.
Afecta, en su mayoría, a fumadores mayores de 40 años, pudiendo en etapas avanzadas limitar al paciente en actividades cotidianas como vestirse, bañarse o caminar y recluirlo a su domicilio o requerir el tratamiento con oxígeno domiciliario permanente. De esta manera, la EPOC impacta sobre la calidad de vida de las personas y su familia.
A través de una espirometría, es posible reconocer a las personas en riesgo para la enfermedad y así, realizar un diagnóstico temprano. Esta prueba que evalúa la función pulmonar, consiste en soplar con esfuerzo a través de un equipo llamado espirómetro que permite valorar la función de la vía aérea. Otra prueba útil es el test de caminata de seis minutos, que permite valorar inicialmente y realizar el seguimiento y pronóstico de quienes padecen esta enfermedad.
No fumar o abandonar este hábito permite prevenir la aparición de enfermedad pulmonar obstructiva crónica: “La única medida efectiva para detener el proceso de destrucción pulmonar es que la persona con esta problemática deje de fumar”, resaltó Larrateguy.
El médico clínico y neumonólogo, especialista en medicina respiratoria y del sueño, destacó que si bien es difícil abandonar el cigarrillo, “no es imposible”. En este sentido, hay tratamientos disponibles para ayudar a los pacientes con EPOC, farmacológicos y no farmacológicos. Dentro de estos últimos, la rehabilitación respiratoria ocupa un lugar preponderante en la recuperación del paciente con EPOC. “La oxigenoterapia crónica domiciliaria y la ventilación mecánica no invasiva son avances recientes que complementan el tratamiento de estos pacientes”, valoró.
Y lo más importante: “Cuanto antes se diagnostique la EPOC y se inicie su tratamiento, mejor será el pronóstico de la enfermedad”.
Recomendaciones
Aunque se sabe que existe una predisposición genética para desarrollar la EPOC, no es posible predecir quién está predispuesto y quien no lo está. Por lo tanto, debe enfatizarse la gran importancia de detectar sus estadios iniciales en todo individuo fumador o ex fumador que presente tos y/o expectoración con frecuencia o perciba episodios transitorios de fatiga o ahogos, realizando una espirometría. Si ya tiene EPOC, debe además realizar un test de caminata de 6 minutos para evaluar su capacidad respiratoria durante el ejercicio.
En Paraná, se pueden realizar estos estudios con un especialista en medicina respiratoria de su confianza o en el servicio de Tisioneumonología del Hospital San Martín.
El tabaquismo, las cifras del problema
El tabaquismo es la principal causa de muerte prematura evitable en países desarrollados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el número de personas que fuman tabaco en el mundo es de 1.100 millones y podría aumentar a 1.600 millones en el 2025. Se estima que el hábito de fumar cigarrillo es el causante de unos cuatro millones de defunciones anuales por diversas patologías cardiovasculares y pulmonares. Mientras el consumo de tabaco disminuye en los países desarrollados, aumenta en los países en desarrollo en un 3,4 por ciento cada año; actualmente el 82 por ciento de todos los fumadores reside en los países de bajos y medianos ingresos.
El tabaquismo, es responsable de 5.000.000 de muertes anuales en el mundo y esto podría duplicarse dentro de 20 años si no cambia la situación.
En Argentina en el año 2012, el 22,3 por ciento de la población refirió consumir tabaco, en una proporción mayor en varones que en mujeres (29,6 por ciento vs 15,7 por ciento).
Entre los fumadores de cigarrillos, se evidenció que la mayoría lo hacía de manera diaria (17,1 por ciento) y el promedio de edad en la que se comenzó a fumar diariamente fue de 16,2 años.
Cada año alrededor de 40.000 argentinos mueren debido a enfermedades relacionadas con el tabaquismo (18 por ciento de todas las defunciones).
La mitad de los fumadores fallece por enfermedades relacionadas con su hábito (EPOC, cáncer de pulmón, cardiopatías, accidentes cerebro vasculares, entre otros) y de ellos el 50 por ciento fallece en forma prematura.
Los profesionales de la salud fuman en proporción similar a la población general y en las instituciones de salud se fuma a pesar de la legislación vigente que lo prohíbe, lo que demuestra que es una adicción.
Es necesario tomar conciencia individual y colectiva, para instrumentar acciones para controlar este flagelo que provoca altos costos en salud, en vidas humanas, ausentismo laboral y educativo y deteriora calidad de vida.