Según un relevamiento oficial, los chicos cuyos padres son alcanzados por la Asignación Universal por Hijo (AUH) presentan esquemas de vacunación “casi perfectos”, a diferencia del resto de los chicos entre quienes no siempre presenta un cuadro satisfactorio de inmunizaciones obligatorias.
La revelación surgió a propósito de la intención del Estado de aprovechar el inicio del ciclo lectivo para fortalecer las labores de prevención de ese tipo.
Fue el secretario de Gestión Sanitaria, César Etchart, el que informó que se elaboró un instructivo para recordar el esquema de vacunación y darlo a difusión en las escuelas. En ese contexto, compartió que “detectamos que los chicos que reciben la Asignación por Hijo tenían esquemas de vacunación casi perfectos”; en cambio, en muchos chicos que no la reciben “les faltaban vacunas”.
El funcionario comentó que “a través de la Dirección de Epidemiología tuvimos una reunión hace 15 días donde hicimos un instructivo, un recordatorio para las vacunas y para otras cuestiones mínimas y elementales para que las maestras nos ayuden a recordar y para reactivar aquello de que la escuela es un colaborador en el control”.
Este instructivo “iría a todas las escuelas de la provincia para que nos den una mano en la difusión, más allá de los esfuerzos de campaña que se hacen”, añadió, en diálogo con APF.
En este sentido, el funcionario explicó que “con el Programa de Sanidad Escolar (Prosane) detectamos que los chicos que reciben la asignación por hijo tenían esquemas de vacunación casi perfectos. En cambio, los que no reciben la asignación y que el control es mucho más laxo nos encontramos con chicos de 6 años y de 11 que les faltaban vacunas”.
Luego, aportó que “se han incorporado una cantidad muy importante de vacunas: tenemos 17 en nuestro esquema gratuito y obligatorio, 11 que se han agregado en los últimos 8 años, es de los mejores del mundo”. Fue antes de subrayar que “la Prevenar y la del HPV antes eran vacunas para ricos, porque ni siquiera las obras sociales las podían pagar y ahora son gratuitas”.
Inicio. El Ministerio de Salud de la Nación difundió una serie de pautas previo al comienzo del ciclo lectivo, que es una buena oportunidad para controlar el estado de salud de los chicos y fomentar hábitos saludables. Desde la vacunación hasta mantener una alimentación nutritiva ayudan a lograr un óptimo rendimiento escolar.
Corroborar que tengan las vacunas al día, realizar los chequeos oftalmológicos y odontológicos de rutina y ofrecerles una alimentación variada y nutritiva son algunas de las claves para asegurar un buen rendimiento en la escuela.
Los chicos en edad escolar viven un proceso de crecimiento que implica cambios corporales y adquisición de hábitos, aprendidos de sus propios docentes y también de sus compañeros de grado. Los adultos, por su parte, tienen un papel fundamental en el acompañamiento de los niños en esta etapa, fomentándoles el desarrollo de hábitos saludables.
Ello implica tener el calendario de vacunación completo, lo cual es esencial para proteger a los chicos de diferentes enfermedades, beneficiando no sólo a quien se aplica la vacuna sino a todo su entorno. Sobre esto, la jefa del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles de la cartera sanitaria, Carla Vizzotti, recordó la importancia de “vacunar a los chicos cuando empiezan las clases, más allá de que cumpla los 6 u 11 años ya entrado el año escolar”, al tiempo que detalló que “lo fundamental es que estén protegidos en ese momento, ya que es cuando comparten más tiempo con otros chicos y se pueden contagiar”.
Derecho. “Por un lado, está el derecho a recibir las vacunas, que son gratuitas y obligatorias, y se aplican en todos los centros de salud del país”, recordó la funcionaria, y por otro –enfatizó–, “también existe la responsabilidad de estar vacunados para evitar el contagio de enfermedades prevenibles”.
Es importante recordar las vacunas que deben recibir los chicos, de acuerdo a su grupo etario. Así, quienes empiezan primer grado (5 a 6 años) deben aplicarse tres vacunas: la Triple Viral (contra el sarampión, rubéola y paperas), Sabin (contra la poliomielitis) y DPT (contra la difteria, tos convulsa y tétanos).
A los 11 años, en tanto, tienen que recibir las vacunas de refuerzo; y las niñas, además, deben comenzar con la aplicación de las tres dosis de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) que las protege contra el cáncer de cuello de útero. Con respecto a la inmunización contra la Hepatitis B y la Triple Viral, es necesario chequear en el carnet de vacunación si fueron recibidas las dosis anteriores y, en caso de no tenerlas, acercar a los chicos a un centro de salud o vacunatorio para completar el calendario.
Salud visual y auditiva
Otra de las claves para un comienzo del año escolar saludable tiene que ver con la salud visual y auditiva. Al respecto, la directora de Medicina Comunitaria de la cartera sanitaria nacional, Silvia Báez, explicó que “el ojo del niño, a diferencia del adulto, se caracteriza por variar sus parámetros de normalidad según la edad, por eso se recomienda realizar un control oftalmológico anual para valorar, entre otras cosas, la agudeza visual”.
Asimismo, “si los padres creen que su hijo tiene pérdida auditiva, deben pedirle al médico que le haga una prueba de la audición lo antes posible. Los signos y síntomas varían en cada niño, por eso es importante hacer este estudio”, agregó Báez.
A menudo, los problemas visuales o de audición se confunden con problemas de aprendizaje o de atención, considerándolos “mala conducta”. En tal sentido, cuanto antes se detecten más posibilidades habrá que no perjudiquen la salud de los niños y su desempeño en la escuela.
Alimentarse bien
La alimentación –y en particular el desayuno– es fundamental en el desarrollo de los chicos, lo que redundará en su rendimiento escolar. De esta forma, si están bien alimentados, estarán más atentos y aprenderán mejor.
Los padres y docentes, por su parte, deben evitar que los niños consuman comidas ricas en grasas o azúcares, productos de copetín y bebidas gaseosas azucaradas, que no sólo no aportan vitaminas, minerales y otros nutrientes, sino que pueden contribuir a la obesidad infantil. De tal modo, para prevenir el sobrepeso se recomienda a los adultos fomentar hábitos de vida saludables entre los más chicos, mediante la ingesta de una alimentación variada que incluya frutas, verduras, legumbres, cereales y carnes, y la práctica de actividad física cotidiana.
En otro orden, una buena alimentación debe acompañarse de una limpieza bucal acorde en la casa y en el establecimiento educativo. Si los alumnos almuerzan en la escuela, deben llevar su cepillo todos los días o bien dejarlo en la institución para que la higiene se realice de manera habitual, además de disminuir o evitar el consumo de golosinas que producen caries.
Fuente: El Diario.