Es una noticia que sin dudas nos pone felices a todos. Renzo Oliva, el paranaense de dos años que al nacer tuvo retinopatía del prematuro, y que hace dos semanas regresó de China tras un tratamiento de implante de células madres empezó a mostrar los primeros signos de evolución en el camino de concretar el sueño: recuperar la visión.
«Agarrá la malteada», lo incentivan. «La malteada hijito» le dice la mamá, tras lo cual el pequeño toma la misma. «Muy bien!!!!», celebra Carla Lara.
La misma ya había contado que es «un tratamiento largo, hay que tener paciencia, porque puede demorar hasta un año en lograr el resultado óptimo».
Enseguida puso de relieve que los profesionales que lo atendieron en China «tienen muchas expectativas con Renzo» y reiteró que les indicaron que puede recuperar el 80 por ciento de la visión».