Los datos son excelentes y hablan de una mejora en la memoria inmunológica de entre 5 y 10 veces más que en los «solo recuperados» o «solo vacunados».
Como se sabe, la inmunidad humana es compleja y multifacética. Entre los varios tipos de anticuerpos, unos muy mencionados son los que tienen capacidad de neutralizar el Covid: los anticuerpos neutralizantes.
Sin embargo, una segunda inmunidad juega un rol clave, como un back-up, si bien se desarrolla más lentamente: es la memoria inmunológica o inmunidad celular, mediada por linfocitos B y T.
La revista Science señala la «brillante estrategia evolutiva» de las células de memoria, específicamente las B, que son las que más nos importan ahora.
¿Qué hacen esos linfocitos? Ante una reinfección (en el caso de la inmunidad híbrida, la segunda infección estaría estimulada por la vacuna), las células de memoria B aumentan la producción de anticuerpos.
Pero hacen algo más, que suena alucinante. «Codifican una biblioteca de mutaciones de anticuerpos». Es decir, crean una «reserva de variantes inmunológicas», aclara el texto.
En otras palabras, el organismo despliega una serie de «conjeturas preventivas sobre qué variantes podrían surgir en el futuro». Lógicamente, variantes de Covid.
Los estudios
El primero de estos trabajos viene de expertos del Fred Hutchinson Cancer Research Center de Estados Unidos. El segundo está respaldado por varias instituciones científicas de Inglaterra y Australia.
Los expertos se enfocaron en grupos muy pequeños de pacientes. En el primero son solo 15 personas. En el segundo, 51.
«No hicieron lo que muchas veces se estila, que es tomar plasma de pacientes y probar si puede neutralizar el virus, sino que midieron la respuesta celular, una evaluación enormemente laboriosa y sustancialmente más informativa porque logra llegar al porqué», apuntó.
En el primer paper se destaca que si bien los sueros de recuperados de Covid observados (prevacunación) habían neutralizado la variante Wuhan y, esporádicamente, la Beta («ex» Sudáfrica), una dosis de vacuna «aumentó los títulos de neutralización contra todas las variantes hasta 1.000 veces».
En el segundo trabajo se investigó a un grupo de trabajadores de la salud, con y sin infección previa.
La conclusión fue que, tras una dosis de vacuna, los individuos que habían tenido Covid mostraron una mayor inmunidad celular, además de anticuerpos neutralizantes eficaces contra las variantes Alfa y Beta.
Y, al contrario, «los que no habían tenido Covid tuvieron una inmunidad reducida contra las variantes», señala.
Los dos trabajos señalan que, a) la inmunidad híbrida es superior a la obtenida con los esquemas completos de vacunas en pacientes «vírgenes» o «naive» de Covid. Y, b) que los pacientes que tuvieron coronavirus (al menos, los que tuvieron síntomas) tienen un «techo»: la segunda dosis no les aumenta la inmunidad.
Quizás por un tema de fechas, estos papers no llegan a aludir la variante de preocupación Delta.