En ese marco, la central hidroeléctrica puso de relieve que «en lo que va del año, los caudales afluentes al embalse continúan por debajo de los respectivos promedios históricos mensuales, lo que se refleja en los niveles actuales del río Paraná, aguas abajo».
De acuerdo con el informe, desde el mes de marzo de 2020 se viene registrando una condición de sequía severa y prolongada en la cuenca del Paraná; aguas arriba de Itaipú y en la cuenca del río Iguazú. Como consecuencia de este fenómeno, se observaron «caudales muy bajos, aguas abajo de la central hidroeléctrica, lo que a su vez ha generado condiciones adversas para la navegación en el tramo aguas abajo de la Central Hidroeléctrica Yacyretá».
Agrega que, «en el transcurso del año 2021, continúa registrándose una caída histórica de los caudales afluentes a la represa de Itaipú». Teniendo en cuenta la situación de los embalses aguas arriba de la central y las previsiones climáticas actualizadas, «para el tercer trimestre del año; que comprende los meses de julio, agosto y setiembre, se esperan caudales afluentes muy bajos al embalse».
El reporte proporcionado desde el área Técnica de la Entidad Binacional precisa que este pronóstico toma en cuenta la estacionalidad de las precipitaciones en la cuenca alta del río Paraná, lo cual, «debido al estado hidrológico desfavorable actual, llevaría a los caudales afluentes a valores entre el 60% y 70% del promedio histórico hasta fin del año 2021«, cuando se inicia el periodo húmedo y se aguardan mayores precipitaciones.
Producción de energía y descarga de agua
Como la capacidad de almacenamiento del embalse de Itaipú es baja (es considerada como una central de paso), la producción de energía está directamente relacionada con los valores de afluencia. La producción de la central, por lo tanto, «ha acompañado esta tendencia, siendo observada una reducción en la generación de aproximadamente 10% en el primer semestre de 2021, con relación al mismo periodo de 2020».
Se estima que esta diferencia «pueda llegar al 15% al final del 2021, dado que el año pasado la producción ha sido de 8.696 MW promedio», puntualizó el ingeniero Hugo Zárate, superintendente de Operación.
Y lo que resulta más preocupante para las localidades ribereñas es que «como la producción de energía en la central es baja a consecuencia de la situación actual, el volumen total de agua descargado también será bajo, dificultando las condiciones de navegabilidad del río Paraná aguas abajo de Itaipú», confirmó el especialista de la represa.
Posibles crecidas de corta duración
Otro aspecto resaltado en el informe del área técnica de la Margen Derecha es que no se debe descartar la posibilidad de que «en los próximos meses ocurran crecidas de corta duración en la cuenca cercana al embalse. Ello permitirá generar valores de afluencia más cercanos al promedio histórico por algunas semanas, pues serviría para almacenamiento en el embalse de la central y su eventual uso en los meses siguientes, obteniendo así una mayor generación de energía, que además proporcionarían momentáneamente condiciones de navegabilidad».