El verde turquesa característico de la hidrosiembra duró apenas unas horas sobre el plano inclinado de la barranca que se ubica en calle Acuerdo de San Nicolás, entre la costanera alta (frente al Arzobispado) y la costanera baja. La tarde previa a que se desate la tormenta, personal de la empresa Hidrocésped aplicó con rociadores una pasta de fibra de madera, mulch, hidratantes, pegamento, geles y semillas. Esta técnica tiene por objeto revegetar en corto plazo la superficie intervenida y controlar la erosión superficial.
Sin embargo, el agua y el viento del martes a la noche lavaron lo aplicado. El ingeniero agrónomo Gerardo Ré, responsable de la mencionada firma dijo a EL DIARIO que dada la situación era necesario volver a realizar el trabajo. Para esto, deben mejorar las condiciones climáticas y la empresa encargada de la reconstrucción estructural del desnivel deberá realizar arreglos y mejoras para el escurrimiento del agua. La mencionada hidrosiembra corresponde a la etapa final de la obra de reconstrucción de los desbarrancamientos ocurridos hace aproximadamente un año. Para recomponer el paisaje, la Municipalidad licitó la construcción de desagües cloacales y pluviales, pilotes de hormigón en la parte alta y baja del desnivel, un muro de contención, taludes y terrazas intermedias, la compactación del suelo y el asfaltado de calle Acuerdo de San Nicolás. La labor comenzó en la gestión de Blanca Osuna y continúa en la de Sergio Varisco. El presupuesto destinado a este arreglo es del orden de los 15 millones de pesos. Este monto es afrontado con recursos del Estado Municipal.
VIRTUDES. Uno de los beneficios buscados con la hidrosiembrea es el crecimiento inmediato de la pastura. Habitualmente esta técnica es utilizada en jardinería y restauración ambiental y consiste en el riego de una mezcla acuosa de semillas, fertilizantes y sustancias adherentes. De este modo, la germinación se produce en mayor grado y más rápidamente que en los tiempos naturales. Esto permite asegurar el suelo superficial de fácil desplazamiento. Según el cálculo de los especialistas no es necesario más de cinco días para que germinen las semillas y en el plazo de un mes se genera la pradera. Esta trama detiene la erosión y frena el escurrimiento.
En este caso, las semillas esparcidas son de especies cespitosas y leguminosas que se adaptan al espacio verde del parque Urquiza. Específicamente se trata de rastreras con estolones y rizomas, es decir, guías vegetales que van por fuera y otras que van por debajo del suelo. El color pregnante de la tintura de la hidrosiembra tiene dos objetivos. Por un lado, demarcar la obra (para evitar pisar en ese lugar) y, por otro, controlar la densidad de la aplicación. Esa fosforescencia se destiñe como la ropa al sol y no dura más de una semana.
ANTECEDENTE. En 2013, se utilizó la misma técnica en la barranca que se levanta a la altura de la rotonda del Puerto Nuevo. En ese momento, llamó la atención el contraste del fosforescente que adquirió el paisaje con el marrón del río y el lila de las flores del jacarandá. Como ocurrió ahora en aquel entonces también hubo retraso en el trabajo ya que llovió luego de la aplicación. En esa oportunidad, el Municipio también había contratado a la empresa cordobesa Hidrocésped para consolidar el trabajo de reconstrucción realizado en ese anfiteatro natural frente al Paraná y a los eventuales escenarios que se arman sobre la superficie circular que deriva el tránsito. La empresa cordobesa también trabajó contra la erosión en taludes de la ruta 14 a la altura de la ciudad de Colón.
AL MARGEN
En poco más de media hora cayeron alrededor de 60 milímetro de lluvia en la madrugada del miércoles, que ocasionaron innumerables daños y anegamientos.
Fuente: El Diario